Es un hombre feliz. Nacho Cases Mora (Gijón, 22-12-1987) acaba de ganar la Copa de Chipre con el AEK Larnaca. Es el primer título en 24 años y el segundo en toda la historia de un club con el que disputará la previa de Liga Europa y en el que cumple su primera temporada tras toda una vida de rojiblanco. Además, en unos meses será padre por segunda vez. El gijonés, ya de vacaciones, disfruta de unas días de descanso en Creta pendiente del Sporting. "Hay que estar tranquilos y creer hasta el final, como siempre hemos hecho", dice sobre el deseado ascenso.

- Enhorabuena por el título.

-¡Gracias! Fue emocionante. El Apollon, el rival en la final, fue mejor que nosotros en la primera parte y nos marcó en el descuento. Tras el descanso nos tocó remontar. Estuvimos tranquilos, con el balón casi todo el tiempo, haciendo buen fútbol. Conseguimos ponernos por delante, pero acabamos sufriendo. Pasó de todo. Hubo una pequeña tangana expulsaron a uno de ellos, el árbitro descontó siete minutos, Juanpa (Juan Pablo, exguardameta rojiblanco) nos salvó con una gran parada cuando el partido ya estaba acabándose?. Fue un partido con cierta épica ante un rival que es uno de los clásicos del país.

- El Sporting también necesita de un final épico.

-Estamos todos sufriendo un poquillo. En Segunda es muy complicado predecir dinámicas y resultados. Te vuelves loco echando cálculos. Los dos equipos de arriba tienen ahora un colchón de puntos que lo ponen complicado. Los del Sporting, sin embargo, siempre damos pelea hasta el final. Así que hay que confiar en ello sin dejar de ser realistas.

- ¿Cómo valora este final de Liga?

-El Rayo y el Huesca están fuertes. El Huesca, además, me gusta mucho como juega. Hay que esperar y si tras esta jornada hay opciones, ganar todo lo que queda para intentar estar ahí.

- ¿Tiene confianza en ascender a través de la promoción?

-Sí. Claro que se puede. El factor campo, con la gente llenando El Molinón, se notará y será una baza clave. No pasa nada si toca jugar la promoción. También se juega en Primera el año que viene por esta vía.

- ¿Qué mensaje le envía a excompañeros y afición?

-Cabeza y tranquilidad. A la afición sólo le diría que siga apoyando como lo ha hecho hasta ahora y esté siempre con el equipo.

- Juan Pablo y usted han dado color rojiblanco al éxito del AEK.

-Jugamos todos los minutos en la final, pero hay otros seis o siete españoles más en el equipo que llevan más tiempo y han vivido la transformación de todo esto. El club lleva cinco o seis años en continuo crecimiento. El presidente aquí es el mayor ídolo de la afición, algo inviable en España. Es un tío honesto, que va de frente. Con su dinero construyó el estadio de fútbol, se gastó dos o tres millones de euros. Quiso convertir al equipo de su ciudad en uno de los importantes del país. Se ha pasado de ser un club modesto a intentar pelear por el título de Liga.

- ¿Cómo se ha celebrado la Copa en Larnaca?

-Nos recibieron en el campo y hubo el clásico paseo en autobús por la ciudad. Fue parecido a lo que hicimos en el último ascenso del Sporting, aunque aquí vive menos gente que en Gijón. En la ciudad hay unas 80.000 personas. La gente se volvió loca. Lloraba de emoción. En Chipre el Apoel viene de clasificarse habitualmente a la Liga de Campeones y el Apollon jugó Liga Europa este año. Hay rivales fuertes y hemos conseguido este título con merecimiento. Ganamos al campeón de Liga en la semifinal y al favorito en la final.

- Tiene una temporada más, ¿cómo ve su futuro?

-Quiero jugar aquí el año que viene. Después, ya veremos. Al inicio me costó entrar en el equipo. Mis compañeros llevaban un mes de pretemporada y no fue fácil coger el tono. Sin embargo, a partir de enero lo he jugado prácticamente todo y los resultados han ido acompañando.