"Siempre hay que creer en este equipo. Ya nos levantamos de cosas peores". La afición del Sporting confía en superar la eliminatoria de Valladolid. Hubo seguidores rojiblancos que esperaron casi 24 horas en los aledaños de El Molinón haciendo cola para conseguir una entrada para el partido de Zorrilla de mañana. "Es el momento de creer. Ahora más que nunca hay que apoyar", señala el grupo de amigos integrado por Alejandro González, Mario Álvarez, Sergio Sánchez, Óscar Quiroga, Hugo López, Nicolás Gómez y Diego Miguel, que empezaron a hacer cola el pasado lunes a las seis de la tarde.

A las cinco de la tarde se abrieron las taquillas. La cola llegaba casi a la esquina donde se juntan el fondo sur con la grada este. La gran mayoría de aficionados hizo noche para conseguir una entrada. Como Adrián García, Franscisco González, Sergio Sariego, David Patallo y Alberto Verdejo, que llegaron a medianoche. "Lo pasamos bien, se nos hizo amena la noche. Hasta jugamos un partidillo de fútbol de madrugada", señalan mientras apuran una partido a las cartas al chinchón instantes antes de hacerse con su entrada, y al mismo tiempo que saborean una empanada.

La Mareona se las ingenió para hacer más llevadera la espera. No faltaron sillas, mesas, neveras, juegos, lectura y además mucho ánimo y confianza en que el Sporting conseguirá el objetivo. "No podemos ir de favoritos, hay que jugar y dar la talla, y marcar un golín, que nos dará mucha vida para la vuelta", señala Adrián Huergo, de Ribadesella, que espera en los primeros puestos de la cola junto a amigos de Langreo y Gijón. "Marcamos tres o cuatro seguro allí", señala el aficionado veterano Álvaro Fernández, que contagia a otros aficionados su optimismo. "Creo que ganaremos, pero con 1-1 me vale", explica Antonio Suárez, de la localidad allerana de Collanzo. "La directiva del club tiene que valorar la afición que tenemos, al menos ha sido un detalle lo de los autobuses", coinciden ambos.

No habrá como el pasado mes de abril más de 5.500 seguidores rojiblancos en las gradas de Zorrilla, que ya ha agotado las entradas para el partido, ya que el público pucelano ha adquirido todas las entradas puestas a la venta. Sin embargo la Mareona, que con 600 espectadores será más pequeña que otras veces, sueña con poner la primera de las cuatro piedras del ascenso rojiblanco. Las entradas para la afición del Sporting, a un precio de 25 euros, volaron ayer por la tarde en El Molinón. Y mañana, a las tres de la tarde, la Mareona, con una decena de autobuses pondrá rumbo a Valladolid.