Hernán Santana protagoniza una de las situaciones más extrañas en la actual plantilla del Sporting. Llegó a finales de enero como un jugador que partía con el visto bueno ya no sólo de Miguel Torrecilla, director deportivo rojiblanco, sino también de Rubén Baraja, que por entonces ya llevaba más de un mes en el cargo de entrenador. El club incluso hizo una apuesta fuerte por él, al firmarle hasta 2021. La gran obsesión era contar con un futbolista de refresco para un centro del campo que había acusado notablemente la última lesión de Sergio Álvarez, cuya ausencia se tradujo en la peor racha de resultados de la temporada. Hernán Santana cerró la campaña siendo titular en sólo tres partidos.

350 minutos con la camiseta rojiblanca repartidos en los nueve encuentros en los que llegó a tomar parte. La participación de Hernán Santana deja claro que Baraja no ha visto en él un futbolista de garantías para la medular. Incluso se quedó fuera de varias convocatorias en favor de Álex López, quien se ha marchado este verano después de que el club renunciara a renovarle. La pretemporada resolverá las dudas sobre su futuro.