Primer partido de la nueva etapa del Sporting, con José Alberto en el banquillo, y primera victoria a domicilio de un equipo rojiblanco que pudo ganar, empatar o perder en función del acierto en las variadas oportunidades de las que disfrutaron los dos conjuntos pero que siempre se mostró como un equipo ambicioso que nunca renunció a los tres puntos.
Con un equipo plagado de novedades debidas a las sanciones, lesiones y cambios tácticos, hasta ocho jugadores volvieron a la titularidad respecto al equipo que disputó el derbi de la semana pasada.
Desde el comienzo se pudo ver un equipo valiente. Con una presión alta dificultó la salida de balón del equipo nazarí que tampoco renunciaba a salir con la pelota jugada desde atrás.
Pudo marcar Carmona poco antes de que, a punto de cumplirse el primer cuarto de hora, Cofie controlase con el pecho en el borde del área. Dejó el ghanés botar la pelota para rematar de volea y ajustar su disparo a la escuadra y adelantar así a los gijoneses.
El dominio desde entonces fue de los locales que bombardearon el área visitante con centros laterales en los que Mariño siempre se mostró segurísimo.
El paso por vestuarios no sentó bien a los asturianos que durante quince minutos se vieron encerrados por los de Diego Martínez en su área. Resistió bien este arreón la defensa rojiblanca siempre respaldada por un Mariño muy acertado.
Reaccionó bien el novel técnico asturiano con los cambios. Primero Blackman sustituyó a Djurdjevic que marró una buena ocasión justo antes de marcharse del terreno de juego.
El inglés fue un peligro constante y permitió al Sporting buscar las contras y estirar a su rival y alejarlo de la portería de Mariño.
Blackman pudo sentenciar el partido en un contragolpe que salvó Rui silva con una magistral parada con el pie.
Los gijoneses comenzaron a encontrar espacios y Traver, Carmona y el propio Blackman amenazaron la meta rival con sus disparos desde fuera del área.
El Granada no se rendía y, en el minuto 83, Adrián Ramos consiguió peinar a la red una falta lateral al alejarla de la posición de Mariño.
Poco después fue el propio Adrián Ramos el que vio como el colegiado anulaba un nuevo tanto por fuera de juego en una decisión muy protestada por la afición local.
Pudo marcar de nuevo el Sporting pero no fue hasta la última jugada del partido en la que se acabó por decidir el encuentro.
Falta lateral peligrosa. Lod amaga y descoloca la defensa permitiendo el centro chut de Traver. La pelota se pasea entre un mar de cabezas y piernas, nadie toca la pelota y esta acaba por introducirse en la portería pegada al palo.
Victoria y tres puntos muy importantes que recompensan la valentía y ambición de un equipo muy cambiado en este aspecto respecto a los anteriores encuentros a domicilio.
El próximo sábado este nuevo Sporting vuelve a El Molinón. Será a las 20:30h para enfrentarse al CD Tenerife.
