"Hay que seguir. Si hubiéramos ganado al Elche la siguiente jornada tendríamos que ganar y la siguiente, igual. Quedan seis jornadas y aquí nadie se rinde". Francisco Molinero relativiza el tropiezo en forma de empate del Sporting en El Molinón, el segundo consecutivo, y subraya el compromiso del vestuario para pelear en estas últimas jornadas por recortar los cuatro puntos de distancia con la promoción. "Hay que tener en cuenta dónde estábamos tras el partido ante el Rayo Majadahonda y dónde estamos ahora", destaca para valorar la reacción de los rojiblancos. El domingo volverá a Mallorca, donde jugó en la temporada 2007-08.

"Todos son guapos, todos son buenos jugadores en esta categoría", comenta Molinero cuando se señala que el domingo le tocó lidiar con la más "fea", el extremo Iván Sánchez, uno de los futbolistas más desequilibrantes de la Segunda División. La buena actuación del rojiblanco, que apenas le dio opción durante el encuentro, llevó incluso a que el ilicitano terminara sustituido. A la cuestión de si no da más rabia, tras ese completo partido, que el único centro que llegó desde el costado que defendió terminase con el gol de un astuto Nino, que ganó la espalda a toda la zaga rojiblanca, Molinero es contundente. "Si defendiera y metiera goles estaría en el Baryern Munich de las leyendas. No soy el increíble Hulk. Creo que hay que ser un poco justo y realista", sentencia.