En el partido disputado en Pasarón en la primera vuelta, el fútbol fue injusto con el Sporting B. Los de Samuel hicieron un gran encuentro, mandaron en el partido y tutearon a un equipo que pensaba, a principios de temporada, en entrar en promoción de ascenso. Pero cosas del balompié, el árbitro de aquel día añadió siete minutos y en la última jugada, en el saque de una falta, en el minuto 97, los pontevedreses se llevaron los puntos.

Ayer, una vuelta después, Samuel Baños no quería oír hablar de venganzas ni de rencillas, ni mucho menos que sus jugadores salieran al campo extra motivados. Pero lo cierto es que los jugadores del filial rojiblanco saltaron al césped de Mareo con las cosas muy claras. Las primeras ocasiones fueron para Berto y Chiki, avisando de lo que serían capaces de hacer si la desdibujada defensa gallega les dejaba espacio. Dos fallos de Jaouad y Pol fueron aprovechados por los canteranos para ponerse por delante en el marcador.

En el minuto 23, César vio como Guille Rosas realizaba un buen desmarque, el lateral, ofensivo, como los que gustan en El Molinón, sirvió en bandeja a Berto para que este solo tuviera que empujar el balón a la red. Dos minutos más tarde, de nuevo César, recogió un balón en la frontal y disparó ante la pasividad de los de Pouso. El tiro, ajustado al palo derecho de la meta defendida por Edu, se coló para encarrilar el partido para los de Samuel Baños.

Con el dos a cero se llegó al descanso del encuentro. El Sporting estaba muy cómodo, los interiores frescos, los laterales incisivos y Berto y César de dulce. El Pontevedra no inquietó demasiado a Christian Joel, que volvió a guardar la portería de Mareo tras varias jornadas sin hacerlo y lo hizo con nota.

La bronca del entrenador rival, Carlos Pouso, tuvo que ser de órdago. Lo admitió después en sala de prensa con un tajante "he tenido que alzar la voz porque nuestra primera mitad ha sido de un equipo de descenso". No pareció que surtiera efecto entre su plantilla porque solamente un debutante, Rufo, daba que hacer al conjunto rojiblanco. Suyo fue un remate que se estrelló en la madera y que hubiera metido a los gallegos en el partido.

Los intentos del Pontevedra fueron neutralizados en el minuto 66 gracias a una jugada de picardía rojiblanca. Gragera sacó una falta desde el campo del Sporting B buscando sorprender a la defensa gallega, Berto recogió el balón y vio como Gaspar Campos llegaba desde atrás y sin oposición. El canterano fusiló a Edu y cerró el partido para evitar sorpresas mayúsculas.

El gol del honor para el Pontevedra llegó tras un saque de esquina desde la banda izquierda y que Rufo introdujo en la portería defendida por Christian Joel.

Se trata de la quinta victoria consecutiva del filial del Sporting en Mareo. Los de Samuel Baños no pierden desde el mes de noviembre cuando el Vetusta sorprendió a los rojiblancos en El Molinón. Miroslav Djukic, entrenador del primer equipo rojiblanco, fue un espectador de lujo en la grada de Mareo. El serbio pudo ver la evolución de los canteranos, con César y Berto destacados y los apoyos de Mecerreyes o Gragera, que siguen creciendo. Con esta victoria, el filial escala un poco más en la tabla. Los rojiblancos son el cuarto mejor equipo en casa y se quedan en la octava posición a 4 puntos del play-off de ascenso y 5 por encima del de descenso. Este año la permanencia está muy cotizada y si el Sporting B no quiere pasar apuros deberá mejorar su bagaje fuera de casa.