El Sporting está de luto por el fallecimiento del padre de José Gragera, quien tomó la decisión de entrenarse en la mañana de ayer, horas después de producirse el fatal desenlace. El rojiblanco, en dinámica del primer equipo, volverá a hacerlo hoy, momento en el que se decidirá si mañana juega ante la Unión Deportiva Las Palmas o regresa al filial para reforzar a los del Samuel ante la visita al Vetusta.

Los restos mortales de Luis Gragera Caso, padre del jugador rojiblanco, descansan en la sala 8 del Tanatorio de Cabueñes. Hoy, a las 17.00 horas, se celebra el funeral por su eterno descanso, en la iglesia de San Lorenzo. Casado con Carmen Amado, Gragera es el único hijo del matrimonio. El jugador gijonés saltó al campo de Mareo arropado por todos sus compañeros y con Pedro Díaz especialmente cerca de él. Ambos son grandes amigos desde que se conocieran en la Facultad de Económicas de la Universidad de Oviedo, poco antes de que el fútbol les llevara a compartir vestuario en el Sporting B. Ambos son considerados como jugadores de gran futuro en el centro del campo del conjunto gijonés.

Djukic aprovechó la comparecencia de ayer para "dar el pésame a toda la familia del chico. Ha sido una noticia muy triste para nosotros. Él estaba muy triste. Hundido, pero quería trabajar. Quise liberarle de entrenarse, pero él creía que era mejor hacerlo". El entrenador serbio dejó la puerta abierta a que pueda entrar en la convocatoria ante Las Palmas. "El chico está trabajando bien, tiene buenas maneras. Le tenemos muy en cuenta. Es el futuro del Sporting", concluyó. El club, al completo, estuvo junto a Gragera y su familia a lo largo del día de ayer.