Los ejemplos para El Molinón de Tebas: 30 millones y tecnología top

"Inversiones razonables y con toda la modernidad". Javier Tebas resumió de esta forma su punto de vista a cerca de las mejoras que necesitará El Molinón para adecuarlo a las condiciones exigidas para ser sede dentro de la candidatura del Mundial 2030. Antes que construir un estadio desde cero, el presidente de LaLiga propone reformas, con El Sadar y el Ciudad de Valencia como ejemplos. Ambos, a excepción del aforo, cumplen con las exigencias para una cita mundialista. Entre sus características, una inversión de 30 millones como tope, nuevas cubiertas, tecnología de última generación y más espacio para generar ingresos a través de nuevos locales comerciales y palcos vip.

"El muro rojo", el nombre de la reforma acometida por Osasuna en El Sadar, se llevó el galardón al "Mejor estadio del mundo en 2021" otorgado por la web Stadium Database (stadiumdb.com), un portal especializado en este tipo de infraestructuras. El proyecto nació en 2018. El club convocó entonces un concurso de arquitectura. Tomaron parte cinco firmas diferentes. Se abrió una mesa de supervisión del proceso, compuesta por profesionales independientes, así como por técnicos del Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona. ¿Quién eligió cuál era mejor para llevarlo a efecto? Los aficionados.

Osasuna, club que a diferencia del Sporting no es Sociedad Anónima Deportiva, realizó una consulta entre sus socios para que votaran cuál de los proyectos entendían mejor. Participó el 75% de la masa social y fue entonces cuando "El muro rojo" empezó a convertirse en realidad. De la mano de OFS Architects y la constructora VDR, contó con una inversión de 23,3 millones de euros, concluyendo la obra en agosto de 2021. La capacidad se amplió a 23.576 espectadores, se modificaron gradas para ganar 2.000 metros cuadrados para explotación comercial y se colocaron 1.300 butacas abatibles en el fondo sur para que los seguidores que prefieran ver el fútbol de pie, puedan hacerlo. Todo, con una cubierta totalmente nueva y un equipamiento de última generación, incluyendo césped híbrido.

El caso del Levante también parte como una reforma del mismo Ciudad de Valencia, pero inspirándose en el Nuevo San Mamés. Los trabajos se encargaron en 2020 al despacho de arquitectura Idom, los mismos que diseñaron la nueva casa del Athletic. Se dividieron en dos fases. La primera, ya concluida, con una nueva cubierta que ha pasado a cubrir todas las gradas (algo que antes no sucedía), iluminación con sistema 4K (la más alta categoría) y césped híbrido (como en el Bernabéu o el Wanda Metropolitano). La segunda, que se iniciará en breve, se centrará en redistribuir espacios interiores (palcos, zona vip y locales comerciales) además de la construcción de una nueva fachada a modo de pantalla exterior, al estilo del Allianz Arena o el propio San Mamés. El presupuesto total para las dos fases se ha situado en torno a 30 millones de euros y las mejores permiten cumplir con los estándares para competición europea.

En el Sporting, los planes de Orlegi partieron en un inicio con un primer boceto desvelado en exclusiva por LA NUEVA ESPAÑA, con un proyecto muy ambicioso que afectará no solamente al campo del Sporting, sino también a gran parte de su entorno. El plan recoge una enorme infraestructura blanca, con formas onduladas en homenaje al Cantábrico y a la Mareona, con un aparcamiento subterráneo y rodeada de una enorme zona verde. La obra implicaría mover El Molinón varios metros respecto a su posición actual. Entre las diferencias con los dos anteriores, la necesidad de ampliar el aforo a al menos, 40.000 espectadores, mínimo para una cita mundialista. La inversión en este caso se multiplicaría respecto a los modelos de Osasuna y Levante. La capacidad del club para financiarse, y los acuerdos a los que se pueda llegar para actuar en un campo de propiedad municipal, serán claves para conocer cómo se acometerá finalmente el deseado lavado de cara de El Molinón.

Suscríbete para seguir leyendo