Entrevista | Juan Pablo Colinas Entrenador de porteros y exjugador y expreparador del Sporting

"Mi salida del Sporting no tuvo nada que ver con Ramírez"

"Yáñez me parece muy buen portero, hizo buena temporada en el Málaga pese al descenso y está demostrando ser muy seguro"

Juan Pablo, a la derecha, habla con Mario Cotelo durante un partido en El Molinón. | Juan Plaza

Juan Pablo, a la derecha, habla con Mario Cotelo durante un partido en El Molinón. | Juan Plaza / A. Menéndez

Andrés Menéndez

Andrés Menéndez

Después de tiempo de mucha actividad, Juan Pablo Colinas (León, 45 años) ha tenido al fin un verano largo para recuperar energía. Ahora recarga pilas en Gijón una vez que ha concluido su experiencia en Tel Aviv tras la salida del técnico español Aitor Karanka del Maccabi a finales de junio. Allí llegó el pasado mes de enero solo unos días después de solicitar al Sporting dejar su puesto de trabajo tras ser cesado como técnico del club rojiblanco Abelardo Fernández. Este domingo dos de sus «ex» (Sporting y Tenerife) se enfrentan en El Molinón. Y Juan Pablo se abre con LA NUEVA ESPAÑA.

–¿Qué tal le ha ido por Israel?

–Conocía el club de cuando estuve de jugador. Han sido cinco meses, pero una gran experiencia: allí siempre me trataron bien y me sentí muy querido.

–¿Cómo se fraguó su vuelta al Maccabi de Tel Aviv en enero?

–Desde que dejé de jugar, mantuve el contacto con profesionales del club. El que era director deportivo fue compañero mío (Gal Alberman). Cuando volví de China ya me trasmitió su idea de que fuese con ellos como preparador de porteros. Pero la primera vez que me ofrece el cargo fue justo cuando me sale la posibilidad de ser entrenador de porteros del Sporting. Y, evidentemente, era mucho más fácil quedarme en casa que salir en ese momento. Cuando se produce el cambio de entrenador y decidieron prescindir del Pitu me habían llamado de nuevo: lo hablé con mi mujer y creímos que lo más lógico y coherente entonces era irme.

–Su salida sorprende en el Sporting porque inicialmente continúa tras la destitución de Abelardo. Incluso forma parte del «staff» de Ramírez en el debut en Copa ante el Valencia.

–Pero mi salida no tiene nada que ver con Miguel Ángel, ni mucho menos. De hecho, no me sentí mal en la semana que estuve con él. Creía que si habían prescindido del Pitu era porque veían que las cosas se estaban haciendo mal... Pues si se estaban haciendo mal, también me sentía responsable de esas situaciones. Si decidían prescindir de él, me parecía lógico irme también. El tiempo que estuve con Miguel Ángel estuve bien. Y me sale de nuevo la opción de ir al Maccabi. Cuando se enteran de que el Sporting rescinde a Abelardo, me vuelven a llamar para volver a preguntarme por mi situación. Entonces me tomo un par de días para pensar todo con mi mujer... Luego se lo comento a Gerardo (García, director de Gestión Deportiva).

–¿Dolió la salida del Pitu?

–Son cosas del fútbol. No tengo mucho más que decir.

–¿Fue una decisión difícil volver a salir de «su casa»?

–Claro. Considero al Sporting mi equipo. Estaba viviendo en Gijón, mi casa, y entrenando al equipo que quiero. Pero a veces las situaciones se dan de otra manera...

–Pero cuando regresa al Sporting como entrenador de porteros, vuelve después de años.

–Gerardo me propone ser preparador de porteros del Sporting. Yo me considero parte del «staff» de Jordi (Cruyff). Tengo amistad con el Pitu. Y él sabían todo momento mi situación. Trabajar con él fue muy fácil; no es que fuese mi jefe, era mi amigo. Tuve la suerte que la gente que estaba en el «staff» como Tomi Morga, Borja, Charly o Caco nos llevábamos muy bien. Pero el mundo del fútbol es así: se toman decisiones que no dependen de ti.

–Su carrera siempre ha estado repleta de cambios y de experiencias.

–Sí. Sigo teniendo la misma curiosidad que cuando estaba jugando me llevo a marcharme del Sporting cuando terminé contrato en el club. Somos gente que nos gusta ver un poco lo que hay fuera. Y el fútbol es un compañero de viaje muy fácil: te permite conocer culturas, lugares, países… Siempre tuve esa inquietud. Intento disfrutar del momento sin pensar más allá. Cuando estuve aquí disfruté al máximo de estar otra vez en Mareo y en El Molinón. Al final no soy de Gijón, todo el mundo sabe que soy de León, pero me siento como si fuese un gijonés más. El Sporting siempre será mi equipo. Y le desearé lo mejor.

–¿Ha seguido la evolución del club estos meses en el Maccabi?

–No, no tanto. Pero ni la Liga. Sí es verdad que te llega algo por la prensa. O por algunos amigos. Pero estaba más centrado en preparar la liga de Israel, que era mi trabajo. Al final es cierto que se pasaron más apuros de los que se esperaban. Se sufrió para salvarse en Segunda. Espero que este año el equipo no sufra tanto. Ojalá que acaben lo más arriba posible.

–El Sporting ha experimentado un cambio total en la portería. De Mariño y Cuéllar a recuperar a Christian Joel y fichar a Rubén Yáñez.

–Teníamos a Mariño y Pichu, dos pedazos de porteros y con mucha experiencia. Lo mejor para Christian el año pasado era salir para jugar. Lo seguí bastante en el Celta. Es verdad que al principio le costó un poco entrar, pero le vino fenomenal. Y en los últimos partidos lo lleva el primer equipo. Yáñez me parece muy buen portero. Pese al descenso del Málaga, hizo muy buena pretemporada. Está demostrando que es un portero muy seguro.

–¿Ha visto partidos este año?

–Además de los resúmenes, he visto cachos bastantes largos del derbi. El equipo me demostró más que el Oviedo, la verdad. Mereció más. Estuvieron seguros. Y tuvieron las ocasiones más claras para marcar. Ahora tienen un partido complicado contra el Tenerife, un equipo muy serio y que está en un muy buen momento.

–Usted lo conoce muy bien después de estar en el club una temporada (2007-2008).

–En todos los sitios donde he estado, siempre intenté ser lo más profesional posible. A nivel personas y profesional fue difícil, pero dejé buenos amigos en Tenerife. Me gustaría que estuviese arriba. Han hecho un buen equipo. Y tienen un buen entrenador con Garitano. Se parece al Leganés que subió a Primera División hace unos años: es un equipo serio, al que le hacen pocas ocasiones. Solo perdió contra el Zaragoza, que va líder, invicto y tiene buena pinta

–¿Tiene previsto ver el partido en El Molinón?

–Lo veré desde casa, si lo veo... Tengo una media maratón el sábado fuera, en Ribadeo. No sé si volveré el domingo para el partido. Igual aprovecho para quedarme con los amigos.

–Sigue dándole caña.

–Intentamos estar en forma. Los que hemos sido profesionales… Pero no es lo mismo. Tengo 45 años y los años pasan (risas).

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