La madera y un ordenado Huesca condenan al Sporting a su cuarto empate consecutivo (0-0)

De más a menos, la madera y un ordenado Huesca condenaron al Sporting a una igualada que sabe a poco. Los rojiblancos, muy superiores en la primera parte, estrellaron hasta tres balones en el palo para acabar atascados ante un rival que pudo dar la sorpresa al contragolpe. El punto deja a los gijoneses sin poder avanzar a la segunda plaza. Es el cuarto partido consecutivo que acaba en forma de empate para los de Miguel Ángel Ramírez.

El Sporting controló una primera parte en la que apretó al Huesca sin ser capaz de sacar ventaja en el marcador. Dos balones a la madera y el 67% de la posesión fueron detalles con los que se cerró un primer acto de dominio rojiblanco ante un rival que se fue al descanso con un solitario cabezazo de Obeng. Tampoco llegaron a tener claras ocasiones los de Miguel Ángel Ramírez, con Diego Sánchez y Roque Mesa como principales novedades en el once, pero la fluidez del juego y los muchos minutos en campo rival invitaban a pensar en el gol caería como fruta madura.

En imágenes: el encuentro entre el Sporting de Gijón y el Huesca

Roque mandó al travesaño, a los seis minutos, lo que parecía un centro. La pelota tomó altura para acabar besando la parte superior del larguero. Fue a más al equipo, muy dinámico hasta encontrar el espacio que devolvería el protagonismo a la madera de la portería rival. Un gran balón de Roque, aprovechando el movimiento de arrastre de Gaspar, dejó a Campuzano mano a mano con el portero. Escorado a la izquierda, buscó el palo corto y el palo escupió lo que parecía el primero. Volvió a probar Campuzano al meta rival en un centro a media altura de Pascanu superada la media hora. El inicio prometía.

Estaban siendo los mejores minutos de los de casa, pero partir de ahí, interrupciones que poco ayudaron a los gijoneses. El Huesca endureció pierna y entre caídas y atenciones de los servicios médicos se despidió sin goles el primer tiempo. Como último acercamiento, Álvaro Fernández respondió con una gran mano una “bananita” de Roque Mesa, el mejor del Sporting, con destino a la escuadra.

No hay dos sin tres, y la segunda parte se inició con otra pelota a la madera del Sporting. Fue Juan Otero quien armó la diestra para descarga con violencia sobre la cruceta oscense. El colombiano había pillado la espalda a la adelantada zaga visitante. Aprovechó poco el conjunto gijonés la velocidad al espacio. Los visitantes habían regresado al campo sin Obeng, sustituido por otro ex del Oviedo, Juanjo Nieto. Un defensa por un delantero sin modificar el esquema de un solo punta y cinco centrocampistas. Con Joaquín como hombre ahora más adelantado, el plan de los altoaragoneses, evidente. 

Lo cierto es que emergió el equipo de Hidalgo en esta fase del encuengro. Llegó a renglón seguido la mejor ocasión visitante. Hugo Vallejo disparó desde fuera del área y el rechace de Yáñez al medio estuvo a punto de acabar en disgusto. Loureiro, para fortuna de los gijoneses, no acertó a embocar a puerta. Volvió a tenerla el conjunto oscense, que empezaba a quitarse de encima el control rival para acercarse poco a poco al área de Yáñez. Sielva envió pegado al palo otro toque de atención a un Sporting dormido. 

Guille Rosas por Pascanu fue el primer cambio de Ramírez para volver a meterle mano al partido. El rival, con la defensa muy adelantada, obligaba a concentrar el tráfico en una franja central con Roque intentando tirar de magia y Rivera sacando la escoba. Hassan amagaba desde la derecha sin llegar a golpear. Por delante, veinte minutos finales para buscar tres puntos claves para recuperar la segunda plaza.

Otero, de cabeza, volvió a buscar portería antes de que Djuka relevara a Campuzano para renovar la búsqueda del gol. Llegaron, poco después, tres cambios de golpe. Álex Lozano, Fran Villalba y Nacho Martín por Gaspar, Hassan y Rivera. Este último, lesionado. El objetivo, volver a calentar un partido que se enfriaba peligrosamente para los intereses del Sporting. El final, con mucho balón en campo rival, pero pocas ocasiones, dio para que los rojiblancos reclamaran penalti por manos de Vilarrasa. La acción, con el árbitro decretando pena máxima de inicio, acabó en fuera de juego previo de Álex Lozano. Joaquín, con el Sporting volcado, encontró a la contra una nueva opción para los oscenses. Tras ganar la carrera a la defensa y superar a Róber Pier, acabó disparando fuera para alivio rojiblanco. Murió el partido entre pérdidas y la sensación en el Sporting de haber tenido en la mano el triunfo.