Oviedo,

C. JIMÉNEZ

Juan Carlos Hernando, uno de los cuatro fallecidos el lunes en una fosa séptica de una piscifactoría de la localidad de Illana, en Guadalajara, tenía raíces asturianas. Hernando, de 36 años, murió junto a su mujer, Cristina Clemente, de 35 años; el dueño de la empresa, Francisco del Olmo, de 58 años, y el hijo de éste, Antonio, de 23 años. El matrimonio trabajaba en la planta, perteneciente al grupo Pizolla. Juan Carlos Hernando había nacido en Asturias aunque se trasladó a Madrid siendo muy joven. Y en la capital española contrajo matrimonio con Cristina Clemente.

Juan Carlos y Cristina dejan un hijo de 9 años. La familia permanecía ayer tarde reunida en el tanatorio Sur de Madrid. Un equipo integrado por tres psicólogos del Samur asistió a los allegados del asturiano fallecido y su esposa ante el riesgo de problemas psicológicos y sanitarios, por antecedentes de problemas coronarios en los padres de los fallecidos. Los cuerpos serán incinerados hoy en el crematorio del cementerio de la Almudena.

Los otros dos fallecidos, el propietario de la empresa y su hijo, fueron enterrados ayer en Boadilla del Monte (Madrid) entre grandes muestras de dolor.