Sevilla, Agencias

Un cortocircuito provocó, presumiblemente, en la madrugada de ayer, un incendio en una residencia de mayores de Sevilla llamada Aurora, que causó la muerte de seis ancianos (dos varones y cuatro mujeres). Además, hubo once personas heridas y otras nueve tuvieron que ser atendidas por inhalación de humo.

Los fallecidos varones responden a las siglas J. B. y C. A., y las mujeres son F. Z., F. R., J. G. y L. M. Seis ancianos fueron ingresados, con heridas de diferente consideración, en hospitales de la capital hispalense. A lo largo del día fueron dados de alta, y a última hora sólo quedaba una mujer en cuidados intensivos.

Alas 23.56 horas del lunes se recibió una solicitud de atención urgente en el Servicio de Emergencias Sanitarias 061 informando de la existencia de un incendio en una residencia de ancianos, por lo que se desplazaron al lugar de los hechos cinco uvis móviles y cinco ambulancias convencionales.

Una vez allí, los servicios de emergencias atendieron en el lugar a 25 personas, en concreto 19 residentes, dos monitores y cuatro policías. Cinco de los residentes fallecieron en este mismo lugar. De los 21 pacientes atendidos por el 061, nueve fueron dados de alta y 12 derivados a los diferentes centros hospitalarios de Sevilla, de los que uno falleció en el Hospital Virgen del Rocío, mientras que otros cuatro recibieron el alta en el Virgen Macarena.

La Policía científica ha barrido «centímetro a centímetro» la habitación individual donde se iniciaron las llamas, ubicada en la segunda planta del edificio, y en la que habitaba la prima de la dueña del asilo, que falleció carbonizada a consecuencia de las llamas. Los demás ancianos fallecidos perecieron por inhalación de humo. En un principio, parece que se trata de un suceso fortuito, producido por una anomalía eléctrica. Según las primeras hipótesis, el fuego pudo haberse prendido en un colchón antiescaras que usaba uno de los ancianos fallecidos.

Juan Salvador, un vecino que fue la primera persona en acudir a la residencia tras observar el humo, aseguró ayer que lo que se encontró cuando entró en las instalaciones «fue un auténtico infierno». «El humo lo había inundado todo y no se veía nada, ni las puertas», indicó. Una vez abajo, y según dijo Juan Salvador, comenzó a escuchar «los gemidos de los ancianos que se estaban quemando» en la segunda planta.

La consejera para la Igualdad y el Bienestar Social de la Junta de Andalucía, Micaela Navarro, ha asegurado que la residencia Aurora cumplía «absolutamente con todos los requisitos exigidos por la Ley».

Por su parte, el Ayuntamiento de Sevilla ha anunciado que se decretan tres días de luto oficial en homenaje a los seis fallecidos.