Joaquín José Martínez, el preso de origen asturiano declarado «no culpable» en 2001 en EE UU tras pasar tres años en el «corredor de la muerte», sigue agradecido a la sociedad española por el apoyo a su causa, pero asegura que todavía «duele» estar libre mientras hay compañeros que son ejecutados o mueren en prisión. Martínez acudirá al IV Congreso mundial contra la pena de muerte, en el que espera encontrarse con José Luis Rodríguez Zapatero para darle las gracias. Martínez fue declarado «no culpable» por falta de pruebas tras haber sido ser condenado a muerte por un doble asesinato.