Santiago, Agencias

Chile se vistió ayer de luto en señal de duelo por las víctimas del terremoto que el 27 de febrero asoló el centro y sur del país, y ha causado, hasta ahora, 497 fallecidos identificados.

Las banderas ondeaban ayer a media asta en todos los edificios de la capital, y el Gobierno suspendió todos los actos oficiales. Así amaneció Santiago después de que el pasado jueves la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, decretara tres días de luto nacional.

En la calle se hablaba ayer de «respeto» y «solidaridad» por las víctimas del terremoto, pero los chilenos volvían a sus puestos de trabajo y el 80 por ciento de los niños de las escuelas públicas retomaba las clases con una semana de retraso.

Nueve días después del terremoto de 8,8 grados de magnitud en la escala de Ritcher, la normalidad empieza a volver al país andino.