Las primeras informaciones sobre la identidad de los dos montañeros fallecidos en el accidente en los Alpes cuando escalaban una cascada de hielo aseguraban que se trataba de dos gijoneses. La confusión partió de la información facilitada por los servicios de rescate de montaña de Briançon, que aseguraron, no sólo a LA NUEVA ESPAÑA sino también a un canal de televisión (TVE) y a otros medios, que las víctimas procedían de Gijón, cuando en realidad los infortunados alpinistas residían en Gerona.

Fuentes diplomáticas españolas reconocieron que existió un error que partió de las autoridades francesas. De hecho, fue tal la confusión que, según estas mismas fuentes, la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, llegó a publicar un mensaje de pésame en las redes sociales.

Este periódico comunicó directamente con un responsable del equipo de rescate que, telefónicamente, confirmó con una pronunciación que no dejaba lugar a dudas que las víctimas procedían de Gijón.

Sin embargo, las primeras informaciones sorprendieron a los grupos asturianos que estaban realizando escalada en hielo en la zona. El Gobierno del Principado, al conocer esta circunstancia, contactó con una expedición de bomberos de los servicios de emergencia regionales que se encontraba en la zona. Uno de los integrantes aseguró al Gobierno que todos los participantes en la expedición se encontraban bien.

El error inicial pudo deberse a la lectura en francés del nombre de la localidad por parte del responsable de los servicios de emergencia que facilitó la información a diversos medios de comunicación españoles de forma equivocada. Aunque la documentación relativa a las víctimas decía "Girona", el portavoz pronunció "Gijón".