Los veintiún implicados en la "operación Tridente", que llevó a una de las mayores incautaciones de ketamina de todo el país, se sentarán hoy en el banquillo de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Oviedo, cinco años después de que la red, asentada en Gijón y Avilés, fuera desmantelada. El Ministerio Fiscal solicita una condena global de 131 años y medio de cárcel, y multas que suman casi 3,7 millones de euros. El inicio de la vista oral está previsto para las 10.30 horas.

La investigación de la "operación Tridente" fue de la Policía Nacional, el Servicio de Vigilancia Aduanera y la Guardia Civil. Entre los acusados están el avilesino Antonio López Mellado, "Fino" o "Finuco", para el que se piden catorce años de prisión y al que se ha relacionado con los trapicheos de drogas de José Emilio Suárez Trashorras, el exminero avilesino condenado por los atentados del 11-M, aunque no se le ha podido demostrar nada.

Las incautaciones

Otro de los implicados es el guardia civil Marcos S. F., para el que se piden cuatro años por intentar cobrar a "Finuco" 200.000 euros por facilitarle información sobre la investigación que la Benemérita tenía abierta contra él. Y también figura el hostelero gijonés Paco García Vega, que en su día regentaba un conocido local de hostelería, y que se enfrenta a ocho años.

Según los investigadores, la red utilizaba varios locales y hasta una administración de lotería para colocar los estupefacientes. En la operación de desarticulación, a finales de 2012, los agentes incautaron en los domicilios de dos de los implicados once litros de ketamina, con un precio en el mercado ilegal de 540.000 euros.

En los distintos registros que se practicaron en las comarcas de Avilés y Gijón se encontraron además 48 kilos de hachís, valorados en otros 275.000 euros. Los agentes también aprehendieron 220 gramos de cocaína, 34 de éxtasis, 10 de marihuana, dos de speed, 10 vehículos, una moto, 29 teléfonos móviles y 21.900 euros en efectivo.