La maestra E. M. S. A., para la que la fiscal pide una pena de 15 meses de prisión y una multa de 1.920 euros por falsificar dos partes médicos para justificar otras tantas ausencias de su puesto de trabajo en un colegio público de Llanes, aseguró ayer en el juicio celebrado en el Juzgado de lo penal número 3 de Oviedo que alguien había adulterado los documentos con el fin de perjudicarla. La mujer negó en todo momento haber falsificado los partes. El médico que supuestamente los expidió indicó en el juicio que la mujer no había pasado por su consulta los días en cuestión, 4 y 5 de septiembre de 2014, conclusión a la que llegó tras consultar sus archivos.

El abogado de la mujer, Luis David Sánchez, intentó que se suspendiese la vista, debido a que se había hecho cargo del caso después de que otro letrado hubiese renunciado y consideraba que deberían incluirse nuevas pruebas en el proceso. La magistrada María Paz González-Tascón fue tajante: "El cambio de letrado no justifica la retroacción de actuaciones", por lo que el juicio continuó. El letrado indicó que no hay pruebas de la intervención de la acusada en los dos momentos claves de este caso, la falsificación de los partes y su entrega en el colegio.