El cuerpo de un hombre momificado y que podría llevar muerto unos cuatro años fue descubierto hace diez días en su casa del distrito madrileño de San Blas cuando una comisión judicial acudió al piso, acompañada de un cerrajero, para ejecutar su desahucio por impago de las letras de la casa. El cuerpo momificado estaba en una habitación. El fallecido, de nombre Agustín, que tenía 56 años y vivía solo, sufría una enfermedad hepática y los vecinos, que no le echaron en falta, pensaron que había fallecido hacía años en el hospital.