Nueve personas, entre ellas tres menores de entre 11 y 13 años, resultaron el viernes heridas leves después de que una de las atracciones de la Feria de la Purísima de Segorbe registrase un incidente tras un fallo en el grupo electrógeno que la nutre de suministro eléctrico.

Los nueve heridos fueron trasladados por sus familiares, la policía local y una ambulancia hasta el hospital complementario de la capital palantina. Los afectados estaban aquejados de dolores en la espalda y en los gemelos, tras el golpe propinado por la bajada de los brazos que sujetan las sillas de esta atracción tipo pulpo. Así las cosas, todas las personas atendidas fueron dadas de alta poco después, a la espera de ver cómo evolucionan las posibles dolencias.

El suceso, que tuvo lugar sobre las 20,15 horas del viernes, fue causado por una avería en el corte de suministro eléctrico del propio grupo electrógeno de la atracción, que hizo que se activase el sistema de seguridad de la máquina y bajasen los brazos de las sillas. Fue entonces cuando los que estaban subidos en las sillas con los brazos abajo, recibieron el golpe más fuerte, «al no contar con suficiente aire en las bombonas para amortiguar la caída, lo que causó que el golpe en la espalda o los gemelos fuera mayor», manifestó el alcalde de la localidad, Rafael Magdalena. El primer edil aseguró que "nadie cayó al suelo ni salió despedido, las medidas de seguridad de la atracción actuaron correctamente, pero debido al brusco frenazo y al descenso de los brazos, algunos de los ocupantes tenían molestias en el cuello o en los gemelos".

En ese mismo momento, el público que se encontraba en los alrededores, así como la policía local y los responsables del servicio sanitario de la feria, auxiliaron a los heridos que bien por su propio pie, o bien en el coche de la policía local y en la ambulancia fueron trasladados hasta el centro de salud segorbino. Tres de los afectados son menores de edad.

Según el propietario de la atracción, Arturo Almazán, "la verdad es que no sé qué pudo suceder en el grupo electrógeno, no nos había ocurrido nunca y acabada de pasar hace una semana una revisión". Almazán se mostraba tranquilo "ya que el aparato no falló y, en cuanto se quedó sin luz, se activó correctamente las medidas de seguridad propias por las que los brazos bajan". Los brazos que se encuentran abajo, son los que más impacto sufren y los que causaron el daño a los heridos.

El propietario resaltó que la atracción, que data de 2006, cuenta con todos los papeles en regla, ha pasado todas las revisiones anuales y cada 15 días tiene una revisión por parte del ingeniero municipal del pueblo al que asisten como feriantes. "Yo estoy tranquilo, porque no ha sucedido nada y el aparato respondió bien, pero también es cierto que cuando vino la policía nada más pasar y me dijo que debía cerrar hasta que los técnicos realizasen una revisión fui el primero que les dijo que era consciente, que entendía que la gente estuviera preocupada y que hasta que no volviera alguien cualificado a comprobar que estaba todo correcto, no quería abrir", puntualizó. El feriante acudió a la Policía Local con el fin de realizar el preceptivo parte de lo sucedido y posteriormente se desplazó al centro de salud para interesarse por los heridos.

El ingeniero municipal visitó la atracción junto al alcalde y realizó una inspección, en la que según afirmó Magdalena, se comprobó que "todo funciona correctamente y que fue un hecho puntual de un fallo en el grupo electrógeno".