El hallazgo de los restos mortales de Paz Fernández Borrego resuelve una incógnita, el de su paradero, pero deja paso a otras muchas cuestiones que están siendo analizadas por los investigadores de este caso. La autopsia determinará hoy el origen de las lesiones que presenta. El cuerpo fue localizado en el embalse de Arbón, a doce kilómetros de la calle naviega, San Francisco, donde se la vio con vida por última vez y donde se ubica la pensión donde dejó sus objetos personales y tenía previsto pasar aquella noche. A unos catorce kilómetros está el hospital de Jarrio, donde apareció su coche. Además, la zona también está alejada, por unos dieciséis kilómetros de carretera, del punto donde su teléfono móvil emitió su última señal, en el entorno del pueblo naviego de Busmargalí, donde inicialmente, y durante días, se centró la búsqueda de la mujer, sin éxito.

Los restos mortales de la mujer gijonesa fueron trasladados en una funeraria hasta el Instituto de Medicina Legal de Asturias, en La Corredoria (Oviedo), donde a lo largo del día de hoy se realizará la autopsia. Minutos después de las ocho de la tarde se dio por finalizado el operativo. Finalizó un dispositivo de búsqueda que ha durado tres semanas, y que mantuvo en vilo a la comarca. Queda sin embargo aclarar las causas de la muerte.