Está siendo un junio negro en las carreteras asturianas, que suman catorce muertos, tres más que el año pasado por estas fechas. Y la velocidad excesiva o inadecuada para el estado de la calzada está siendo un factor crucial para explicar los siniestros. En el de ayer, no parece que la velocidad haya tenido un protagonismo determinante, toda vez que el vehículo de la joven fallecida invadió el carril contrario, aunque los testigos describen una violencia en el impacto que solo se explica por una velocidad alta.

Esa velocidad excesiva fue el motivo del siniestro que costó la vida a la lavianesa Marta Pérez Alonso, de 17 años, en las inmediaciones de Blimea, en la noche del 26 de mayo. El conductor, un joven de 18 años que dio positivo en el control de alcoholemia, perdió el control del vehículo e invadió el carril contrario en Corredor del Nalón (AS-17).

Y fue también un exceso de velocidad el que causó el brutal accidente que costó la vida el viernes de la semana pasada a tres trabajadores de un taller mecánico, al empotrarse contra un camión en la carretera nacional a su paso por Santirso de Abres. El conductor perdió el control del vehículo e invadió el carril contrario. También se produjo una inexplicable invasión de carril en el siniestro que costó la vida ese mismo día a un motorista británico en Tineo.