Como buen navegante (por internet), le gustaba tener una novia en cada puerto. Ya tenía alguna relación virtual en Galicia y en el País Vasco y le quedaba una asturiana. La encontró a través de la página de contactos "SayHi!". El problema es que esta vez se excedió y la chica en cuestión, que aseguraba tener 20 años en su perfil, era en realidad una adolescente de 15 años de Ribadedeva. El fiscal sostiene que el madrileño R. R. L., que tenía entonces 38 años, intercambió con la menor fotografías de contenido sexual, muy explícitas, a sabiendas de que se trataba de una menor. "Yo creí que tenía 20 años", aseguró ayer, por videoconferencia, al magistrado José María Serrano, titular del Juzgado de lo penal número 1 de Oviedo. La chica, que ahora tiene 17, negó la mayor. "Le dije el primer día que tenía 15 años, luego él me pidió fotos", declaró.

La defensa de R. R. L., a cargo de Patricia García González, se agarró a un informe de Instagram según el cual el acusado no se conectó a esta red social los días en los que figuran los supuestos intercambios de fotografías. La Guardia Civil no encontró ninguna foto pornográfica en el ordenador del madrileño. Al parecer, las habría borrado. Los agentes sí accedieron a las que conservaba la menor en una tablet.

Fue la madre de la adolescente la que descubrió el pastel y la relación inapropiada que mantenía su hija. Cambió la contraseña y cortó los contactos. Según declaró ayer ante el juez, no podía con ella. Ya le había quitado la tablet y el móvil, pero ella consiguió otro a través de una amiga. La menor se refería al madrileño como "mi novio". En su perfil, el acusado se presentaba como DJ y productor, propietario de una empresa. En realidad vive con sus padres y su situación no es boyante. De hecho, declaró ayer por videoconferencia porque no puede pagarse el viaje a Asturias. Los investigadores sospechan que fue la ausencia de posibles lo que impidió que se desplazase a la región para poder verse con la menor. Hizo al parecer algún amago. Un amigo iba a prestarle un coche, pero se estropeó.

La defensa, que pide la libre absolución, presentó una testigo, una joven de Ribadedeva, quien aseguró ante el juez que el acusado había contactó con ella y esta le había informado de que la menor tenía 15 años, momento en el que habría roto el contacto con ella, según mantiene la letrada.

La Fiscalía, que inicialmente solicitaba tres años de prisión, modificó su petición. Mantuvo la acusación de acoso, por la que pide dos años, y redujo la petición de un año de cárcel por intercambio de pornografía con una menor, interesando una multa de 4.320 euros. Y también reclamó una indemnización de 6.000 euros por los daños morales a la menor. La acusación particular, que ejerce la madre de la menor, bajo la dirección letrada de Luis Valdés, solicitó mayores penas.