Una de cada tres muertes en las carreteras asturianas se debe a distracciones al volante, a consecuencia del uso del móvil para mandar mensajes, manipular navegadores o perder el control del vehículo por el cansancio. El año pasado, por ejemplo, de los 21 accidentes mortales registrados, seis fueron por este tipo de distracciones. En 2016, por ejemplo, estas fueron el motivo de la mitad de los 25 accidentes mortales registrados. Para frenar las prácticas que pueden llevar a este tipo de accidentes, Tráfico inició ayer una campaña de control que durará hasta el domingo, día 20, en la que se utilizarán furgonetas camufladas, drones y hasta helicópteros.

A la vigilancia que realizan los agentes de tráfico a pie de carretera, la DGT está sumando otros medios para controlar este tipo de infracción, como son los 12 helicópteros, los 3 drones o las 216 cámaras fijas instaladas en las vías. A todos estos instrumentos se ha sumado el uso de 15 furgonetas itinerantes sin rotular que circulan como cualquier otro vehículo por carretera, pero que debido a las dimensiones de las mismas, permiten a los agentes de la Agrupación de Tráfico que van dentro de ella una mejor visión del comportamiento de los conductores al volante. Los tipos de accidentes más frecuentes por distracciones son la salida de la vía, el choque con el vehículo precedente o el atropello.

En la última campaña de este tipo en Asturias, en septiembre del año pasado, fueron multados 155 de los 5.794 conductores controlados, el 2,67 por ciento.