El corazón de Jesús Antonio Fidalgo González, el hombre de 76 años atropellado el jueves al mediodía en el paso de peatones situado entre la plaza Primo de Rivera y la calle Jerónimo Ibrán por un camión de reparto de bebida, dejó de latir ayer, apenas 24 horas después del fatal suceso. El varón, un vecino viudo de Oviedo, no pudo sobreponerse a los graves daños ocasionados por los golpes del vehículo, a causa de los cuales precisó respiración asistida.

Fidalgo iba solo cuando al cruzar la calle se vio sorprendido por el camión de reparto, recibiendo un fuerte impacto a pesar de que, según los testigos, el vehículo "circulaba bastante lento". Cayó al suelo quedando prácticamente inconsciente y varios testigos trataron de reanimarlo mientras llegaba la ambulancia. Una vez en la zona, los sanitarios decidieron llamar a la UVI móvil debido a la gravedad de su estado y la víctima fue trasladada al HUCA en dicho vehículo.

El hombre no llevaba encima documentación alguna y eso complicó la identificación a la Policía Local, el cuerpo encargado de reconstruir el accidente para investigar sus causas. Las pesquisas de los agentes permitieron tras varias horas localizar en la misma tarde del jueves al hijo del atropellado, el cual confirmó su identidad y estuvo pendiente de su evolución hasta el fatal desenlace producido en torno a las tres de la tarde de ayer, según fuentes de la investigación policial.

El conductor del camión estuvo también muy pendiente del peatón. Acudió al HUCA horas después del accidente para preocuparse por el estado de la víctima y ofrecer toda su colaboración para esclarecer lo sucedido. "Estuvo aquí y se le vio muy dolido", relataron algunos de los testigos de la visita del repartidor al centro sanitario.

Las principales hipótesis de las causas del atropello apuntan a un despiste o a un problema de visibilidad en el paso de cebra. Los vecinos del entorno de la zona de Salesas se decantan más por esta segunda opción, pues sostienen que llevan tiempo quejándose sobre las características de estos pasos de peatones. "Están muy encima de la salida de la rotonda y si hay algún vehículo en medio apenas se ve para cruzar", alegan para reclamar al Ayuntamiento de Oviedo un estudio detallado y posibles mejoras en las marcas viales de la glorieta.