Oviedo, Ch. N.

La joven cantante pacense Guadiana Almena tocó ayer el cielo en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo al proclamarse ganadora de la sexta edición del concurso «Rumbo a la fama». Visiblemente emocionada, ya retirada a los camerinos, mientras el público que abarrotó el plató salía del edificio, apenas podía expresar su estado de ánimo: «Estoy que no me sale ni hablar; me hace mucha, mucha ilusión, me ha pillado de sorpresa».

Y no debería haber estado tan poco preparada para vencer en la finalísima celebrada ayer, porque esta voz venida de Badajoz demostró en sus dos interpretaciones unas capacidades poco frecuentes. Por versatilidad -cantó en la primera ronda por el lado lírico, en homenaje a Enrico Caruso, y puso emoción y ritmo en el patio de butacas en su segunda interpretación, con el clásico «I'm every woman»- y por calidad -en una y otra canción demostró tener una voz propia, firme, muy capaz y gustarse sobre el escenario, ingrediente fundamental para reinar sobre las tablas.

Fue un poco la confirmación de algo que dijo, en la entrevista previa a su actuación, el otro rey de la noche, el cantante gaditano David de María, cuando apuntó a que en la noche de ayer ganaría el carisma.

Efectivamente, Guadiana Almena tuvo la garra suficiente y se dejó el resto en su segunda actuación, rodeada por un magnífico cuerpo de baile de «Rumbo a la fama» que capitanea Andrea Lebeña.

El jurado, formado por María Manzaneque, una veterana ya en estas labores, desde la primera edición; Carlos González Abeledo y Béznar Arias, lo tuvo claro. El gordo se lo llevó Guadiana y el segundo y tercer premio fueron, respectivamente, para Coruña y Palencia, es decir, para Julietta Barro y Javier Arrate.

La primera también supo brillar con una luz especial y demostrar todo de lo que su voz, gallega de raíces argentinas, es capaz de hacer. En parecido reparto de papeles al que le tocó a Guadiana, prefirió el reposo en la primera ronda con «Que nos lleve el tiempo», de Pastora Soler, y llenó de ritmo su segunda actuación con una curiosa versión de «Killing me softly», de Roberta Flack. Julietta, acompañada por la banda que dirige Jesús Arévalo, convirtió el pop asoulado del clásico en un caliente ritmo latino, como si hubiera pasado por el taller de reparaciones del Clan de Miami.

El palentino Javier Arrate, que repetía por segundo año consecutivo actuación en la final de «Rumbo a la fama», combinó también las posibilidades de su repertorio, aunque no con un abanico tan extremo como sus compañeras. Para empezar estrenó el escenario de la gran final celebrada ayer con un «Tan alto como nos dejen» de «Desperados» y para abrir la segunda ronda convirtió el «Sólo para ti» de Sergio Dalma en una gran balada, de las dimensiones propias de los grandes festivales.

Los tres, Javier, Julietta y Guadiana, fueron los que volvieron a casa con trofeo y premio, pero el resto de concursantes finalistas también echó el resto en la gala final y dejó entre el público el buen sabor de boca de una gala brillante y unas actuaciones de altura. Antes de que comenzara la primera ronda, había estrenado el escenario el primer invitado de la tarde, el cantante ovetense Belo, que presentó el segundo single de su disco debut, «Pisando lo fregao».

Su actuación, acompañado por su banda «Los Susodichos» y con voz en directo, sirvió para que la presentadora Elena de la Fuente diera paso ya a la primera ronda de concursantes. En esta tanda inicial, aparte de las mencionadas intervenciones de los ganadores, se pudo comprobar, entre otras cosas, cómo el asturiano Jesús Ángel García Requejo, Chus, dejaba clara su asturianía desde el principio con una estupenda versión del «Embrujada» de Casal.

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