Cantante, publica «Caprichos»

Oviedo, M. PALICIO

Cantante, publica «Caprichos»

De la cumbia a la balada, de paso por la salsa y de vuelta a la ranchera, José Manuel Iglesias resume su ideario musical en once «Caprichos». Gijonés de 39 años y amplio recorrido por la música latina, ha construido su décimo disco mezclando a medio camino entre Asturias y la República Dominicana. El viernes 13 presenta en el Casino de Gijón estas once versiones de temas clásicos que han puesto hitos en su carrera.

-Ha hecho lo que le apetecía.

-Sí, como dice el título, son «caprichos», canciones elegidas de entre las muchas que han formado parte de mi educación musical. Aquí hay grandes intérpretes de la música latina, como Roberto Carlos o Julio Iglesias. Tenía muchas ganas de hacer un disco con temas así. Los álbumes se conciben siempre en función de la demanda del mercado, pero éste es diferente, no está hecho pensando en modas, sólo en buscar buenos temas y grabarlos. He elegido yo todas las canciones. Es uno de mis discos más personales.

-¿La preferencia personal es el criterio de sus «Caprichos»?

-Está hecho de acuerdo con mis gustos y espero que también con los de mucha más gente. El disco define mi trayectoria como intérprete, porque empecé cantando rancheras, me pasé a la balada, a la música ligera y ahora me decanto por la música latina. Aquí se exponen, tal vez, todos estos años con temas que sí he llevado en el directo, pero que no había grabado.

-¿Me elige alguna?

-Todas tienen su porqué, pero tengo dos favoritas: «Costumbres», una canción de Juan Gabriel que popularizó Rocío Dúrcal como ranchera y yo he transformado en salsa romántica, y «Desahogo», una balada pura de Roberto Carlos que tiene unos veinte años y en la que hemos conservado los arreglos originales.

-¿De dónde le viene la conexión con la República Dominicana?

-Llevo viajando allí seis años, los tres últimos para actuar, y me apetecía mucho darle un aire diferente al disco. Ocho temas están grabados allí y los tres restantes, además de la voz, en Asturias. Aquí estamos aún un poco limitados, sobre todo para este tipo de música. Ellos llevan la salsa y la cumbia en la sangre.

-Ha viajado también de las rancheras a la «música latina». ¿Por dónde ha ido?

-Estuve vagando buscando el tipo de música en el que me encontraba mejor. Cuando empezaba, Rocío Dúrcal y las rancheras estaban en su apogeo; luego me interesaron las baladas y, después de un tiempo buscando el género que más me gustaba, derivé hacia la música latina. Soy muy activo, me gusta moverme en el escenario y este tipo de música me da mucho juego, aunque también conservo baladas y rancheras en el repertorio.

-Diez discos en dieciocho años. No está mal.

-No para lo difícil que está el mercado, pero el esfuerzo merece la pena. Hay que seguir, no puedes dejar de grabar. Con el problema de la piratería los buenos artistas serán cada vez más para minorías. La gente tiende a comprar lo que se promociona con más dinero y el ochenta por ciento de eso no es tan bueno.