Si algo rodea a Sálvame y a las tardes de Telecinco eso es, sin duda, la polémica. Por eso no es de extrañar que los debates que se forman desde que empieza el programa a las cuatro de la tarde hasta que acaba al filo de las nueve de la noche muevan masas en redes sociales. Todo lo que pasa se discute y más si de todo lo que sucede se pide opinión a la audiencia.

La pasada semana el presentador del programa, Jorge Javier Vázquez, empezaba el programa pidiendo a la audiencia que eligiera entre Rafa Mora y Kiko Jimenez. Querían que uno de los dos se quedara como colaborador en el programa. En realidad lo que tenían que decidir era si Jimenez le quitaba su trono a Mora. Incluso los famosos del plató se mojaron. Tanto Alonso Caparrós como Anabel Pantoja pidieron un cambio. Preferían a Jimenez en el formato de la Fábrica de la Tele. Pero no fueron escuchados. En teoría, y según desveló el presentador del programa poco antes de acabar la edición del pasado miércoles, la audiencia eligió para seguir a Rafa Mora.

Pero muchos protestaron. La chulería (e incluso el machismo del que muchos le acusan), hizo que no pocos espectadores quisieran cargarse a Rafa Mora. Por eso muchos hablaron de “tongo”. Pero no lo pudieron demostrar. Telecinco había habilitado una votación en su página web y comunicó directamente los resultados sin dejar que la gente viera como iba evolucionando el voto.

A pesar de todo muchos aseguran que hubo otra “encuesta” que sí decía la verdad. La que hicieron en Twitter. Allí pidieron a los espectadores que se manifestaran de una forma abierta. Estar a favor de Rafa Mora con RT y de Jimenez con un FAV. Al final en esta votación sí que ganó Jimenez lo que hizo que muchos miraran hacía Mediaset y acusaran a sus responsables de un tongo que habría tenido como único objetivo final que Mora se quedara con el asiento que desde hace años ocupa en Sálvame y del que la audiencia ya le intentó expulsar en más de una ocasión.

Hay quién dice incluso que sus amistades con Kiko Rivera podrían estar ayudando a Mora a quedarse en el programa en el que trabaja junto con otros colaboradores del corazón y del mundo del cotilleo en general.