Nuevo escándalo en Sálvame. Se intensifica la guerra abierta entre Lydia Lozano y Laura Fa. En un directo en Instagram, su compañero no ha tenido pelos en la lengua para criticar la actitud de Lozano durante la entrevista con Rocío Carrasco en el último episodio de su docuserie.

En la entrevista, presentada por Carlota Corredera, estuvieron presentes colaboradores habituales de Telecinco como Kiko Hernández o Lydia Lozano. El primero, se disculpó ante Carrasco con un gesto que convenció a la mayoría de la audiencia por la sinceridad de Hernández. La segunda, en cambio, se ha convertido en trending topic y en el centro de las críticas de los usuarios de Twitter por el tono y las formas que mantuvo con Carrasco durante el programa. “Yo no entendía que alguien como tú que habías estado en mi casa y te habíamos tratado como una más, tenia esa inquina, ese hacer daño sin ni siquiera preguntarme. Me lo podía esperar de mucha gente pero lo tuyo me dejó en shock” , le dijo Carrasco a Lozano. "-¿Por qué no me quitaste la venda de los ojos, Rocío?", preguntaba Lydia "Porqué no hay mejor ciego que el que no quiere ver, Lydia", contestaba la hija de Rocío Carrasco. Una frase que fue muy comentada en la red social del pájaro. "Una mujer maltratada tiene de todo menos fuerzas para ir quitando la venda a todo cristo, es la sociedad quién hay que ayudar", criticaba una usuaria.

"No entiendo que no le pidiera perdón", dijo Laura Fa en el directo de Instagram, en el que también se sorprendió de que Lydia dijera que ella pensaba que no era "una mujer manipulable": "Todos somos manipulables".

Por su parte, Lydia Lozano ha reconocido que "no debí decirle lo de quitarme la venda de los ojos".

"Mi hija me transmite que es la misma persona que era el 27 de julio del 2012"

Por otro lado, Rocío explicó en el documental que nunca le contó a sus hijos lo que pasaba porque no quería ser partícipe de ese sufrimiento: "Quizás equivoqué en esa sobreprotección, pero tengo sentimientos encontrados porque pienso que nunca me hubiese perdonado hacerles daño con la verdad".

"Para mí eran más importantes sus mentes que la realidad. Se hubiesen dado cuenta desde muy pequeños de la clase de padre que tenían y yo no quería que pasara, porque sé que les iba a hacer daño", aseguró.