Isabel Pantoja pone un circo y le crecen los enanos. En esta ocasión, su reaparición en los escenarios el pasado 7 de agosto sigue levantando tantas pasiones como críticas hacia su persona.

Las Mellis, Raquel y Bibi, que otrora fueran acérrimas defensoras del arte de la tonadillera, se sumaron hace tiempo al carro de las detractoras de Isabel Pantoja y han sido las últimas en criticar duramente la actuación que la cantante ofreció en Jerez de la Frontera el pasado fin de semana. "Una artista siempre expresa en el escenario su estado anímico y nosotras vimos que Isabel no estaba al 100 %. Demasiado bien estuvo para lo que tiene encima. Ella es muy crítica con ella misma así que habrá visto los fallos que ha cometido", expusieron para añadir a renglón seguido "a lo mejor le habría hecho falta más ensayo".

Conocedoras de primera mano de la carrera de Isabel aseguran que el cambio de letra de las canciones "eran mensajes" que la cantante ha querido lanzara través de su repertorio ya que "el cambio de la letra de las canciones lo ha hecho toda la vida".

En cuanto al papel que juega Agustín Pantoja en la vida de Isabel, la colaboradora bicéfala se 'Sálvame' tiene claro que "ella siempre ha dicho que tendrá que estar agradecida de por vida a su hermano" aunque "ahí está ella para decir que no" si fuera el responsable del distanciamiento que mantiene con sus hijos, Kiko Rivera e Isa P.

Dicen que a perro flaco todo son pulgas. Y algo así le pasa a Isabel Pantoja, que no sale de una para meterse en otra. La tonadillera tiene ahora que aguantar vandalismo a las puertas de su casa, en donde alguien le ha hecho pintadas tipo "propiedad de Kiko Rivera" o "Isabel te quiero pero llama a tu hija". Pintadas que ha desvelado hoy en exclusiva Socialité, el programa de María Patiño en Telecinco hoy presentado por Nuria Martín.

Pero luego Viva la Vida ha ido más allá. Cantora se vende por 10 millones de euros, un dinero que ya están negociando Isabel Pantoja y su hijo Kiko Rivera y que podría llevar a que la propiedad deje de estar en sus manos.