Joaquín Prat ha colgado una foto muy sugerente en la que se le puede ver un tatuaje que normalmente lleva oculto.

Y es que. después de 12 años de amor y un hijo en común, Joaquín Prat y Yolanda Bravo emprendían caminos separados en agosto de 2021. Una ruptura tan discreta como lo fue su relación, sobre la que el presentador de 'El programa de Ana Rosa' y 'Ya es mediodía' tan solo se ha pronunciado en una ocasión, durante su viaje a las Islas Azores con Jesús Calleja varios meses después de su ruptura. "Las cosas a veces no funcionan. Ya me hubiera gustado a mí que funcionaran. Ha sido muy traumático. Pero si se toma esa decisión es porque piensas que es lo mejor para los dos y para la gente que te rodea", confesaba entonces, reconociendo que aunque él "no quería" separarse, "te llevas un aprendizaje, lo enfocas al presente y al futuro y empiezo a sentirme cómodo con esta situación".

Desde entonces, Joaquín se ha convertido en uno de los solteros más codiciados de nuestro país, pero la etiqueta de 'soltero de oro' podría haber llegado a su fin, ya que como él mismo se ha encargado de revelar a través de una enigmática imagen publicada en sus redes sociales, está de nuevo enamorado.

Acompañada de un emoticono de un corazón y de una llama de fuego - lo que representa amor como pasión - en la fotografía vemos al periodista plácidamente recostado sobre la espalda de una chica, de la que tan solo se ve su ropa interior de Calvin Klein. Unas sábanas blancas revueltas y una amplia ventana desde la que se divisa el mar (Joaquín pasó el puente de Todos los Santos en Ibiza) completan una imagen que dice mucho más de lo que parece a primera vista.

Y es que dejando a un lado su habitual hermetismo en lo que a su vida privada se refiere, el presentador grita a los cuatro vientos que vuelve a estar enamorado, aunque por el momento prefiere mantener la identidad de su novia en la intimidad.

Pero recientemente ha colgado una foto en la que se puede ver un tatuaje oculto que la gente desconocía. En él se puede leer: "Fluctuat nec mergitur", que significa: "es batida por las olas, pero no hundida", empleada como lema por la ciudad de París.