Junko, muy nerviosa, estalla tras las declaraciones de Isabel Pantoja sobre su enfrentamiento: "¡Déjame ya!"
La tonadillera niega haber dado un ultimátum a la viuda de su hermano y haberla echado de su casa
La polémica está servida. Después de que la viuda de Bernardo Pantoja,Junko, revelase en 'Sálvame' lo mal que Isabel Pantoja la trató tanto durante las últimas horas de vida de su marido como en su tanatorio - asegurando que la familia no la avisó cuando empeoró su estado, que la acusó de ser la culpable de su fallecimiento por no cuidar su alimentación siendo diabético, y que le dijo que tenía que irse de la casa en la que lleva residiendo 20 años, entre otras cosas - la tonadillera ha roto su silencio y ha desmentido tajantemente la versión de la japonesa.
El entorno más cercano de Isabel ha hablado con el programa 'Fiesta' y ha dejado claro que no hubo discusión entre ella y Junko en el hospital porque la cantante, muy preocupada, se dedicó a rezar por su hermano. Además, tampoco es cierto que echase a la mujer de Bernardo de la habitación, sino que le habría pedido que no entrasen personas que habían hecho daño a la familia y a la hija de su marido, Anabel Pantoja, con sus declaraciones en diferentes programas de televisión.
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Además, y aunque Junko ha confesado que Isabel le dijo que tenía que irse del domicilio en el que ha vivido más de dos décadas con Bernardo porque es suyo, y le advirtió que no se llevaría de allí ni un alfiler, la madre de Kiko Rivera niega haber dado ese ultimátum a la japonesa y haberla echado de su casa. Según ella, dos meses antes de fallecer su hermano tuvieron una reunión en la que se le informó que el piso estaba vendido y tendría que irse cuando falleciese su marido.
Un paso al frente de Isabel Pantoja al que Junko ha reaccionado con evidente nerviosismo: "No, por favor, ¡déjame ya! ¡Déjame ya!" ha exclamado tapándose la cara con la chaqueta muy agobiada.
Enfadada y haciendo aspavientos, la japonesa no ha podido evitar negar con la mano que mantuviese una reunión con la artista hace dos meses y supiese que tenía que abandonar su casa cuando faltase Bernardo. Una mudanza que, muy tensa, deja en el aire cuándo se producirá.
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