La carta de Óscar días antes de caer ante Moisés en Pasapalabra: "Ojalá tenga la oportunidad de seguir redescubriendo, recordando y peleando contra el olvido"

La carta de óscar días antes de caer ante Moisés en Pasapalabra: "Ojalá tenga la oportunidad de seguir redescubriendo, recordando y peleando contra el olvido"

La carta de óscar días antes de caer ante Moisés en Pasapalabra: "Ojalá tenga la oportunidad de seguir redescubriendo, recordando y peleando contra el olvido"

Moisés ha comenzado este programa de Pasapalabra pasando por la Silla Azul y lo ha terminado de forma brillante en El Rosco. El riojano ha disputado en vibrante duelo contra Óscar, lleno de alternativas y emoción porque ambos han contado con opciones a lo largo de la prueba. Además, el bote es cada vez más tentador: han jugado por un premio de 1.564.000 euros.

La igualdad con la que han comenzado los dos concursantes la ha roto Moisés con un gran turno de 11 aciertos, desde la N hasta la X. Por eso, ha terminado antes la primera vuelta, con un total de 20 letras en verde.

Sin embargo, los siguientes movimientos los ha dado Óscar, hasta el punto de que ha empatado… ¡y le ha superado! Con 22 aciertos, ha redoblado el pulso a su rival, que ha ido respondiendo a esa presión hasta volver a igualar el marcador.

Ambos han mantenido la tensión del desenlace hasta que Moisés, en una jugada maestra, ha firmado un acierto más. Con 23, se ha plantado.

Finalmente ha sido Moisés el que se ha lazado con la victoria, poniendo fin así a esa mala racha intermitente que persigue al concursante.

El mensaje de óscar

A diferencia de su rival Moisés, Óscar comparte con sus seguidores de redes sociales todo lo que vive, siente y le transmite el estar en Pasapalabra. Su último mensaje ha sido de lo más aplaudido. Este es el emotivo mensaje que epublicó el 22 de febrero.

"El otro día escuché una entrevista a mi admiradísimo Paco Roca en la que se definía una constante en su obra: la lucha contra el olvido. En absoluto es comparable el arte de Roca con lo que se ve en Pasapalabra, que es la exhibición de una habilidad cuasicircense, una demostración de retentiva carente de contexto en la mayoría de las ocasiones (y no le estoy restando mérito, ojo), pero el camino hasta llegar ahí sí está empedrado de recuerdos. Cuando empecé a estudiar para Pasapalabra, hace casi dos años, un proceso que podría haberse convertido en tedioso y repetitivo pasó a ser un viaje de descubrimiento… o de redescubrimiento, mejor dicho. Además de servirme de ancla en un momento muy complicado, en el estudio me encontré a mis abuelos, a las palabras sencillas que me enseñaron con tanta pasión y que formaban parte de su día a día en el campo (roldana, lezna, liño, serón… y tantas otras). Me encontré también a mi madre, tutora de mis primeras lecturas y guía que me llevó de la mano a leer esas primeras cartillas, e incluso a mi padre, cuya temprana marcha me impidió compartir muchas palabras que seguramente le habría encantado enseñarme. Me encontré a mis hermanas, a sus grajeos infantiles y a sus discursos en formación a medida que iban creciendo; a mis tíos y primos, a mis compañeros de correrías del pueblo o de la ciudad, a mis primeros amores, a mis amigos inseparables, los que aún siguen ahí. Me encontré a mi compañera, cómplice de todas mis locuras, pilar imprescindible. Me encontré a la gente que la vida me ha puesto en el camino, de manera casual, intermitente, cada uno, a su manera, un regalo no sé si merecido. Me encontré localismos aragoneses, sendas norteñas, pájaros de El Salvador, árboles canarios, hierbas de aquí o allá… Me encontré mis libros, mis lecturas, mis conversaciones, mi vida. Todas esas cosas, esos recuerdos que se despiertan y avivan, esas palabras asociadas a personas o momentos, valen mucho más que cualquier premio. Son cien programas ya en @pasapalabra, un sueño que, de algún modo extraño, se ha cumplido. Ojalá tenga la oportunidad de seguir redescubriendo, recordando y peleando contra el olvido".