«Medina Azahara» vence a la lluvia en Llanes con un fantástico concierto

«Aguas azules y claras, vientos que vienen del Sur». Fueron las primeras palabras que pronunció Manuel Martínez, el incombustible líder del mítico grupo de rock andaluz «Medina Azahara», durante su actuación, en la madrugada del lunes al martes, en las fiestas de San Antoniu, en Villahormes (Llanes). Así arrancó un concierto que reunió a cientos de entregados incondicionales, a los que ni siquiera arredró la lluvia, que arreció mediada la actuación. Casi dos horas de música mayúscula, en las que la banda interpretó todos sus grandes éxitos, incluidas sus versiones de temas de «Triana» y «Módulos».

A la una de la madrugada, bajo un cielo que amenazaba con descargar su ira, empezaron a sonar las notas de la guitarra del eterno Paco Ventura y del órgano de Manuel Ibáñez, al ritmo de la batería de Nacho Santiago y del bajo de Juanjo Cobacho. En primera fila, los más fieles devotos. Detrás, los más tímidos, que acabaron dejándose llevar por la magia de ese particular sonido, entre flamenco, árabe y rock and roll.

Tras «El vaivén del aire» y «Hay un lugar», los ánimos se vinieron aún más arriba en cuanto sonaron los primeros compases de uno de los temas míticos de «Triana», «Abre la puerta», que corearon hasta los encargados de los chiringuitos del recinto festivo. El siguiente aldabonazo de la noche llegó con su último éxito, «Sevilla», que engancha desde los primeros acordes. A las clásicas «Solos tú y yo» y «Córdoba» siguió su versión rock de la balada de «Triana» «En el lago», que todo el público canturreó.

Nacho Santiago mostró su arte en un monumental solo, parte de él con los ojos vendados. Impresionante. A partir de ese momento llegaron la lluvia y el reprise final, con «Siempre estarás en mí», «No quiero pensar en ese amor», el clásico «Velocidad» y su quizá mayor éxito en 34 años de carrera, «Necesito respirar», con el público ya completamente entregado.

«Medina, así no se termina», coreaban los asistentes, al ver a la banda abandonar el escenario. Dicho y hecho. El bis empezó con su primer gran éxito, la fantástica balada «Paseando por la mezquita». Después, su versión de «Todo tiene su fin» de «Módulos» y, para acabar, como suele, «A toda esa gente». «Sed felices esta noche y soñad... que es libre el viento y nada más». Palabra de «Medina Azahara».