Pasión es la palabra. Los vecinos de Pendueles, en el concejo de Llanes, vivieron ayer apasionadamente su fiesta sacramental. Llegados de México, de Madrid, de Oviedo o de la casa de al lado, todos a una, cumplieron con la tradición.

Decenas de aldeanas, ataviadas con el traje de llanisca y formadas de menor a mayor, aguardaban al mediodía la salida del ramu del palacio de La Quintana, también conocido como del conde del valle de Pendueles, pues tal es su dueño. Ausente por enfermedad el titular, ejerció como representante de la familia Álvaro Suárez Guanes, acompañado por varios familiares.

Mientras las aldeanas cantaban antiguas coplillas, algunas de las cuales alaban la bondad del conde y sus muchos desvelos para con el pueblo, cuatro mozos levantaron el ramu, lo colocaron sobre sus hombros y partieron rumbo a la iglesia parroquial. Abría la comitiva el grupo de gaitas "Principado". Detrás, el ramu y los porruanos. Y más allá, las aldeanas y los fieles.

La pasión no entiende de edad. Y por eso vivieron intensamente la fiesta los más jóvenes y los más veteranos. Entre estos últimos, tres mujeres, Berta da Rosa, Carmina Soto y Ana Luisa Díaz, con 74 años las dos primeras y con 72 la última. Las tres iban vestidas de llaniscas, y dos de ellas, Berta y Ana Luisa, con trajes elaborados por ellas mismas. De hecho, la primera estuvo el domingo hasta las dos de la madrugada trabajando para terminarlo. Berta, Carmina y Ana Luisa cerraban el grupo de aldeanas.

En el otro extremo, las primeras del grupo, Leyre Gutiérrez y Nuria Sevares, acompañadas por sus abuelas Dolores Llamas e Isabel Pérez. Pero ni siquiera estas dos niñas eran las más jóvenes, pues estaba, por ejemplo, Sergio Fernández Cos, de 10 meses, acompañado por su tío Rubén Fernández, de 9 años, y por su abuela -y madre de Rubén- Margarita Noriega. Ellos vinieron de Peñamellera Baja, donde residen.

Más juventud: Pelayo Pérez, de 13 meses, acompañado por su madre, Sandra Amieva. ¿Joven el bebé? Pues más lo era un año atrás, cuando con sólo un mes de vida ya vistió por primera vez el traje de porruanu. Cuando la comitiva llegó a la iglesia las aldeanas cantaron dentro del templo y comenzó la misa. Algunas niñas aprovecharon la cercanía del parque infantil para jugar en los columpios. Por ejemplo, Aynara Diéguez Muñoz, de 5 años; Sara López Amieva, también de 5 años, y Carmen Jara de Cos, de 6.

Y pasión pusieron también tres jóvenes llegados de la capital mexicana: los hermanos Joaquín y Ángel Sánchez y la esposa de este último Yéssica García. La madre de los varones es natural de Pendueles, lo mismo que su abuelo paterno. Y viajan siempre que pueden al "pueblín" para vivir sus fiestas con la familia.

A la misa siguió la procesión. Por la tarde se subastó el ramu y hubo bailes del país, a cargo del grupo "Cobijeru", de Buelna. También hubo monólogos, con Miguel Espejo, y verbena. Las fiestas concluyen esta tarde, con una carrera de cintas, atracciones infantiles y chocolatada. Las celebraciones habían comenzado el domingo, con la plantación de una enorme hoguera de 38 metros de altura.