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La Griega sólo acepta un rescate festivo y en la playa

Los colungueses, de jira en el arenal para cerrar las fiestas de Loreto, difieren sobre las responsabilidades de la crisis helena

Juan Riestra, ayer, en La Griega. p.m.

Los colungueses tienen claro que el pato de la crisis griega lo pagarán los ciudadanos, con los que ayer empatizaron sobre la toalla playera y al ritmo de la charanga que amenizó la jira de Nuestra Señora de Loreto, en el arenal de La Griega. El referéndum (convocado por el Gobierno de Alexis Tsipras sobre las condiciones impuestas por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional para resolver el problema de la deuda y en el que más del 60 por ciento de los votantes dijo que 'no') todavía colea en las conversaciones, en las que también hay diferentes pareceres.

Javier López Ferrer no se casa con ninguna de las partes y ve responsabilidad tanto en los gobiernos europeos dominantes, Alemania y Francia, cuyas maniobras "empobrecen a los griegos", como en el presidente Tsipras, a quien reprocha no haber dado "toda la información" y haber realizado "una campaña fuerte diciendo que no iba a pasar nada", añadió antes de comparar al jefe del ejecutivo heleno con Pilatos. "Con la consulta se ha lavado las manos", añadió López. Con el mar Cantábrico de fondo y envuelto por la incipiente jira festiva, el vecino de Colunga extrajo dos conclusiones del caso griego: por un lado, "que hasta que los políticos no se responsabilicen sobre lo que prometen seguiremos siempre así" y, por el otro, "que las grandes potencias europeas son las que tocan la música, nos guste o no".

Música como la que amenizó la fiesta de Loreto, a la que acudieron después de un rato en la playa Iván González, Alfonso Sánchez y sus amigos. "Los están apretando mucho, lo están pasando mal", lamentó el primero antes de que Sánchez alabase que "le echaron un par de narices. El pueblo habló y es el que tiene la razón, no los políticos", expresó el colungués junto al deseo de que "la gente tenga más protagonismo" social.

Menos afirmaciones y más preguntas plantearon Ori Pérez y Amparo Villa, quienes afrontaron las horas de más calor bajo la sombra de un árbol. "¿Nos perjudicará a nosotros?", se cuestionó la primera antes de que su amiga aclarase que el resultado del referéndum "no significa que salgan del euro, sólo que respaldan a Tsipras". Ambas amigas pusieron en común lo escuchado durante los últimos días en los medios de comunicación y, conscientes de que son casos y países diferentes, también se mostraron conscientes de que "España también estuvo a punto de tener que ser rescatada".

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