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Equilibrio a paladas

El paddle surf, una modalidad acuática a remo que comienza a practicarse en las playas de Gijón y que gana adeptos

Llega a las costas de Gijón el paddle surf, y con él, mi aventura. Nunca antes había realizado ningún deporte acuático de este estilo, y así todo no me resultó difícil de practicar. Gracias a su relativa facilidad se puede comenzar a aprender a cualquier edad.

El paddle surf, también llamado Stand up Paddle Surf o SUP, consiste en remar sobre una tabla de surf manteniéndose de pie sobre ella y con la ayuda de un solo remo. Se dice que lo inventaron ya hace siglos los indios en la Polinesia como medio de transporte para moverse entre las islas. "Esta actividad deportiva está en pleno auge. Es la que más está creciendo dentro de todos los sectores, no solo en el acuático", añade Manu Cifuentes, pionero en esta práctica en la playa de Poniente de Gijón.

A decir verdad, desde fuera se ve más difícil que una vez que consigues subirte a la tabla. ¿Lo más complicado? Conseguir mantener el equilibrio a la vez que vas remando y cambiando de el remo de lado. Es algo que requiere destreza y concentración, pero una vez que dominas el equilibrio, puedes levantar la vista de la tabla y contemplar así el paisaje de tu alrededor remando tranquilamente.

El paddle surf es considerado como una de las actividades deportivas más completas, ya que se trabaja todo el cuerpo, tanto el tren superior como el inferior.

En el momento que me subí a la tabla pensé que no iba a lograr pasar de permanecer de rodillas a incorporarme, pero me equivoqué; la mayor parte del tiempo me mantuve de pie. Eso sí, durante ese tiempo me estuvieron temblando las piernas dado que todos los músculos se encontraban en tensión al intentar mantener el equilibrio.

Después de conseguir mantenerme sobre la tabla, tocaba mover los brazos. Tenía que compaginar no caerme con ir cambiando el remo de brazo para ir dando las paladas. Cuanto más largas y profundas eran, más rápido iba, y más conseguía avanzar. Si daba varias del mismo lado, conseguía que la tabla girase sobre sí misma. A medida que pasas más tiempo flotando sobre la tabla vas cogiendo soltura y aprendiendo a remar de una forma coordinada y uniforme. Para coger de una forma correcta el remo tuve que adaptarlo a mi estatura y sujetarlo con una mano por el extremo superior.

Aparte de ser una experiencia muy gratificante al ver que logras superarte, también es muy divertida dado que disfrutas de cada movimiento, de cada giro e incluso de cada chapuzón.

Existen distintas modalidades a la hora de practicar este deporte. Se puede hacer de una manera relajada, como "paseando" por el mar; o también llegar a coger olas. "Para coger olas, la tabla tiene que ser más pequeña que la que se utiliza para ir de paseo, pero sobre todo tiene que tener el canto más fino para que entre bien en la ola y haga el mismo efecto que un cuchillo con la mantequilla", explica el monitor. "Cuanto más pequeña es la tabla más se hunde. He llegado a ver a chicos con los pies y la tabla por debajo del agua".

Ahora lo que me quedan son las ganas de repetir y de seguir aprendiendo. Puede que hasta me anime a "pillar olas".

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