"Tengo una finca en Oviedo y mi deseo es jubilarme y venir aquí a vivir, me encanta Asturias". Esos son los motivos que llevaron a Duncan Gray, un profesor de universidad estadounidense a estudiar en Oviedo este verano. Él, entre otros 129 estudiantes, todos ellos norteamericanos, son los alumnos que este año han decidido formar parte de los cursos intensivos de español para extranjeros de la Universidad de Oviedo. Todos ellos podrán disfrutar del programa cultural y de aprendizaje de la lengua española, que corre a cargo de la Casa de las Lenguas. La institución trata de potenciar la capacidad lingüística de los estudiantes, y además, pretende integrar a los alumnos en la sociedad y cultura española, especialmente en la asturiana.
Duncan Gray destaca del curso que "es muy bueno escuchar a los maestros y, aunque yo ya conocía un poco el idioma, me ayuda a refrescar lo olvidado". Destaca también el alto nivel de los que le enseñan en la Casa de las Lenguas. Este profesor, con el papel cambiado este verano por el de estudiante, insiste también en que es necesario aprender idiomas. "Son muy importantes para encontrar trabajo y para moverte por el mundo", asegura.
Los grupos, formados después de una prueba de nivel, no pasan de 20 alumnos. Una de ellas, Gabriela Cutrera, estudiante de periodismo en Missouri, tiene varios motivos para sumergirse en el aprendizaje (en su caso es perfeccionamiento, dado su alto dominio) del español. Por un lado, familiar. "Mi madre es mexicana y quiero poder hablar con todos sus parientes"; y por otro, académico. "En mi Universidad se valora mucho que se hable el español, además tenemos un complejo sistema para convalidar créditos de mis estudios con este curso de idiomas". La joven explica también que después de haber estudiado siete años español, le "resulta más sencillo conocer la cultura asturiana; sin el idioma me perdería muchas cosas".
La Casa de las Lenguas también acoge a personas que ya no forman parte del ambiente universitario, pero que por unos motivos u otros, han decidido viajar a España para perfeccionar el idioma. Este es el caso de George Muncriet, antiguo profesor universitario que este año forma parte del curso intensivo de verano. "Hace tiempo trabajé como voluntario de un cuerpo de paz en Guatemala y quiero aprender a comunicarme mejor, además me dijeron que Oviedo es muy bonito", estos son los motivos con los que el hombre explicaba por qué quiso venir a Asturias a estudiar.
Ayer por la tarde, la concejala de Educación y Deportes, Mercedes González Fernández, dio la bienvenida a los 129 alumnos en el salón de plenos del ayuntamiento de Oviedo. "Os deseo que disfrutéis del tiempo que estéis en nuestra ciudad aprendiendo. Viajar y conocer enriquece vuestras vidas", dijo. A continuación, la concejala orientó su pequeño discurso a presentar y promocionar la comunidad asturiana. "Ya veréis que Oviedo es una ciudad muy bonita y con encanto, aquí se respira paz y tranquilidad". Tras las palabras de acogida de Mercedes González, turno de preguntas. Tímidamente, los alumnos extranjeros plantearon cuestiones sobre el nuevo gobierno de Oviedo, la sociedad, la gastronomía española, la lengua asturiana y además, mantuvieron una pequeña charla sobre el paisaje local y los problemas que tiene Asturias con sus comunicaciones. La subdirectora de La Casa de las Lenguas, Taresa Fernández Lorences comentó con gracia: "Siempre es difícil llegar al paraíso".
La edil de Educación despidió a los alumnos invitándoles a conocer más profundamente la ciudad y sus alrededores. La jornada cultural de los estudiantes americanos continuó con un recorrido guiado por el centro histórico.
La Universidad de Oviedo mantiene convenios con universidades de toda Norteamérica, entre otras, la Universidad de Oregón, la de Missouri, la de Temple, la de Iowa o la de Manhattan, de Nueva York.
Estos lazos permiten a estudiantes norteamericanos acudir a Oviedo a estudiar español. El programa tiene también una gran variedad de excursiones y actividades culturales. Mañana, los estudiantes asistirán a una espicha en la que disfrutarán de varios platos típicos asturianos, sidra y la compañía musical de gaiteros. El plan para el sábado deja una visita a Cangas de Onís, con subida incluida a los Lagos de Covadonga. Como última actividad, el 18 de julio, se acercarán hasta Llanes y pasarán a Cantabria para conocer Santillana del Mar.
