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Fuiste al Carmín de la Pola...

Les fiestes de prau y los intercambios culturales

Fuiste al Carmín de la Pola...

Soy de la opinión de que nada mejor que una buena fiesta de prau para favorecer los intercambios culturales. En cuanto comienza a correr la sidra la gente siente una inexplicable capacidad para hablar en el idioma que haga falta. Con el Carmín a la vuelta de la esquina, me viene a la mente una experiencia vivida en Pola de Siero en la pasada edición del festejo. Entonces invité a una amiga rusa que conocí en el "erasmus" a disfrutar de la tradicional merienda en polesa, con el objeto de que conociera "la verdadera esencia asturiana". Le advertí de que a las fiestas de prau, como a la guerra, había que ir bien preparado con un "kit" de supervivencia básico, a saber: sidra fría, boroña, crema solar, playeros y pantalones a prueba de verdín. Como fue en minifalda y sin "medies azules" como reza la canción del Carmín, pasó la tarde preocupada por no enseñar más de la cuenta. Ya en casa, me preguntó que por qué en lugares como Piloña cuando llegaban los "sanfermines" la gente vestía de blanco y rojo, con la feria de abril todo el mundo se "embutía"en el traje de "faralaes" y, sin embargo , para San Antoniu podían contarse con los dedos de las manos los vecinos que portaban el traje regional astur. Como no sabía muy bien qué contestar me hice la dormida. Al día siguiente, antes de su partida, me confesó que se sentía muy frustrada por no comprender bien nuestras costumbres. La despedí en el aeropuerto sin contarle que yo misma me confundo, y que sigo en shock desde que, por ejemplo, a "les fabes" de toda la vida ahora tengo que llamarlas "habas".

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