A los avilesinos les gusta el sol del Ferrera. Y es que verano no es sinónimo de playa. Eso creen, al menos, muchos de los usuarios del "pulmón verde" de la ciudad, esos que prefieren estirar sus toallas sobre césped. En ocasiones son las condiciones meteorológicas adversas las que hacen que los avilesinos se queden en la ciudad. "Yo no soporto la arena cuando hay viento", asegura Marina Fernández, una de las habituales del parque. Agrega, al respecto: "Además el parque está mucho más cerca de casa".

Laura Gutiérrez también prefiere tumbarse en el "prao". "Hay menos gente, a mí que me miren me da igual, total te van a mirar igual en la playa y allí hay muchas más personas. Yo lo que quiero es tomar el sol tranquila sin que me molesten los niños jugando en la arena o gritando", confiesa. "Vengo siempre que puedo y me encanta leer tranquilamente a la sombra de los árboles al atardecer", puntualiza esta usuaria del parque.

A algunos de los fieles al Ferrera también les gusta la playa, aunque no siempre que lo desearían pueden disfrutar de los arenales asturianos. "Hoy, por ejemplo, salí a las seis de trabajar. Me da mucha pena desperdiciar este día de sol pero entre que cojo un autobús y consigo llegar hasta Salinas se me hace de noche. Así que prefiero venir media hora aquí", manifiesta Susana Rodríguez.

Son muchos los que aún disfrutando del sol en el parque Ferrera echan de menos la mar. En el parque avilesino solo hay un estanque. "La verdad que vengo muy poco, no sé, no me siento cómoda, hay demasiada gente paseando y se me hace raro tomar el sol en el parque. A mí me gusta mucho más la playa", dice Rodríguez.

El parque también tiene algún inconveniente, como la limpieza del césped. "Los niños juegan, la gente pasea a los perros y todo eso está muy bien pero luego está todo sucio", denuncia Marta Navas, que asegura que prefiere "ir un millón de veces antes a la playa que quedarse en el parque Ferrera".

Uno de los mayores atractivos que tiene la playa son los baños en agua salada, algo por lo que muchos esperan todo el año y este verano especialmente, ya que la ola de calor que sufre España ha obligado a muchas personas a buscar formas de refrescarse. La temporada estival casi siempre llama a acercarse a las playas para disfrutar del sol y un buen baño. Pero muchas personas no tienen tiempo de acudir hasta los arenales de la comarca. Una ventaja de los parques es la posibilidad de llevar a las mascotas, mientras que en las playas los perros están totalmente prohibidos. "A estas horas ya no me da tiempo a ir a ninguna parte además aquí puedo traer a 'Kira'", precisa Ana Nieto.

Tanto los amantes de la arena como los que prefieren el "prao" coinciden en que el parque Ferrera es una buena alternativa para tomar el sol en la época estival. El "pulmón verde" de Avilés es también un paraíso para los caminantes y para los deportistas, sobre todo para los amantes del "running".