Muchos asturianos se relamen estos días debido a la presencia de varios referentes del mundo de la cocina en la región, con motivo del Festival Arco Atlántico que se celebra en Gijón hasta el 2 de agosto. Este evento permite que los amantes de la cocina, profesionales o no, aprendan los trucos de grandes 'chefs' del panorama gastronómico español y europeo. Ayer, tres de los mejores dieron una lección magistral en la plaza Mayor de la ciudad.

Los invitados de excepción serán estos días los seis galardonados con el premio "Sabores del Arco Atlántico" en su cuarta edición: Elena Arzak (País Vasco), Sergio Bastard (Cantabria), Iván Domínguez (Galicia), Dieter Koschina (Portugal), Dylan McGrath (Irlanda) y el asturiano Ricardo Sotres, estrella Michelín y dueño en Llanes del restaurante El Retiro.

La jornada instructiva comenzó al mediodía en los fogones de Casa Gerardo, el afamado restaurante de Prendes (Carreño). En el establecimiento, el cántabro Sergio Bastard y la vasca Elena Arzak impartieron durante más de una hora dos clases a más de 40 profesionales de la cocina asturiana. "Les explicamos cómo se crean los platos para que vean en qué nos inspiramos", relató la chef donostiarra, hija del prestigioso chef Juan Mari Arzak y que ayer estuvo ayudada por Igor Zalakain, uno de los responsables del laboratorio de la familia. "Se han quedado muy contentos", añadió, después.

Pedro Morán, que regenta el restaurante carreñense junto a su hijo Marcos, sabe de la importancia de la presencia de los prestigiosos cocineros que se dan cita estos días en Asturias, que suponen un nuevo espaldarazo para la gastronomía del Principado. "La cocina de la región está en un momento muy bueno, con más futuro incluso que presente", señaló. "Además, el cliente ya se ha dado cuenta por lo que el futuro se mira con optimismo", remató.

Para Sergio Bastard, director de La Casona del Judío en Santander, "la cocina asturiana, muy parecida a la cántabra, tiene mucha variedad en cualquier época del año". El joven chef vanguardista santanderino quiere, por medio de diferentes platos, "traer Cantabria no para mezclar sabores, sino para contar historias a través de experiencias y recuerdos".

Elena Arzak, "Mejor Cocinera del Mundo" en el año 2012 destacó que los elementos gastronómicos en Asturias están "muy bien cuidados, con mucho producto del campo y del mar, por lo que siempre saco cosas cuando vengo aquí". Con una amplia variedad para elegir, la cocinera vasca no pudo decidirse por una sola elaboración asturiana: "Aparte de las fabes y el queso, que es lo que más me apasiona, me gusta cómo se usa el maíz, los cereales, y también los pescados, así como los postres, ya que existe una pastelería muy curiosa". "Me parece una cocina muy amplia", destacó.

Con innumerables distinciones en su currículum, Arzak augura un futuro de provecho a la cocina del Principado. "Hay grandes cocineros asturianos pero se tiene que descubrir más en el extranjero", apuntó. "Al ser una cocina muy buena va a tener mucho éxito", remató.

Al caer la noche, cientos de curiosos se relamieron en directo durante la "Masterclass" de la plaza Mayor de Gijón, que fue retransmitida a través de pantallas gigantes. Los premiados mostraron sus actitudes ante el público sobre un escenario perfectamente adaptado para la ocasión. Una gran cocina en la que Elena Arzak creó su "Pitonisa verde", "una merluza semicubierta por una bola con una capa de almidón de arroz, muy finita y de color verde, que se rompe y cae encima del pescado".

Un plato que no sólo llena el estómago, sino que también entra por los ojos. Y que más de un aficionado presente en la "show cooking" gijonesa intentará imitar en su casa.