El Concurso de Saltos Internacional Oficial (CSIO), que dará comienzo mañana en el recinto hípico de Las Mestas, lleva días ultimando preparativos para que todo esté a punto al inicio de su 53 edición. El torneo, en el que 80 jinetes de 16 países diferentes y más de dos centenares de caballos se disputarán 10 trofeos en 15 pruebas, atrae a espectadores de todos los lugares dispuestos a disfrutar de un espectáculo que garantice tensión y entretenimiento.

A pesar de que la participación de este año no es de las mejores que ha tenido el Hípico, aún guarda algunas sorpresas bajo la manga, entre ellas, la presencia de dos caballos muy especiales. "Lucifer V" y "Emilie de Diamant A.S.", a quienes montará el jinete Jack Towel, llegan a Gijón desde la selecta cuadra de el magnate Bill Gates. Dos animales que se encuentran entre los preferidos para las competiciones de salto de su hija Jeniffer.

Durante los próximos seis días Las Mestas será un trajín continuo de visitantes, competidores y aficionados que coparán sus más de 3.000 localidades en tribuna y sumarán muchos miles más de pie. En quienes no se repara tan a menudo, pese a que sin su presencia la competición no podría seguir adelante, es en los cientos de trabajadores que durante meses preparan las instalaciones para que todo esté perfecto al inicio del evento. Servicios de mantenimiento, de jardinería, de decoración, especialistas en veterinaria, carpintería y montadores son solo algunos de los que trabajan a destajo para que la competición se pueda desarrollar con normalidad y con lucimiento. Un evento de enormes proporciones que inicia su labor de preparación y planificación desde principios de año. Acondicionar todas las flores y plantas que requiere la celebración supone de, al menos, dos meses de trabajo en el vivero municipal. Alrededor de 250 jardineras y otros tantos arbustos de alquiler se engordan y atusan antes de que los jefes de pista se encarguen de su montaje en los obstáculos.

El acondicionamiento de las barreras es, a su vez, otra de tareas que comienza meses antes del verano. En la carpintería de Las Mestas necesitan tiempo para pulir concienzudamente todos los desperfectos que puedan tener los materiales del concurso pasado y confeccionar la nueva valla que se estrena cada año, la de esta ocasión, titulada "Paraíso Natural". En total, los almacenes del hípico dan hospedaje a 70 tipos de obstáculos diferentes, más de 250 tablones, 350 reparos y cerca de 900 barras metálicas. Algunas de las construcciones más pesadas necesitan para movilizarse de la fuerza de más de cuatro personas. De entre todas, la más espectacular por su peso es la reproducción del puente de Deva, que requiere de un traspalé y ocupa un remolque entero.

Desde el mes de junio llevan en marcha las labores de adecuación del recinto, donde se han instalado taquillas, pantallas, carpas, puestos hosteleros, galerías comerciales, una zona de juegos infantiles y máquinas de apuestas, algunos de los cuales empezarán a tener vida a partir de las siete de esta tarde, cuando se inauguren la exposición fotográfica en memoria de Joaquín Bilbao y los espacios gastronómicos.

Los meses de trabajo se empiezan a notar con la llegada de los primeros competidores. "Cooper" y "Deko de Landetta Z", de la canadiense Nicole Walker, junto con "Aramis 573", "Quidam's Cherie" y "Super Sox" de Cian O'Connor fueron los primeros equinos en hacer aparición este fin de semana. Una parrilla que se completará a lo largo del día de hoy, ya que a las 11.00 de esta mañana dan comienzo los controles veterinarios.

Mientras los caballos estiran y se preparan para su gran día, en la pista central corren las prisas con los últimos preparativos. Colocar los obstáculos, adecentar las flores, engalanar las carpas y las gradas con guirnaldas rojiblancas y dejarlo todo limpio como una patena es el objetivo que todos tienen en mente. Un trabajo constante al que se unirán desde mañana personal de control y mantenimiento además de la plantilla de las taquillas que expedirá los boletos. El broche final a meses de trabajo y preparación se pondrá con las labores de desmontaje y documentación que siguen al concurso. En resumen, todo un ejército de volcados trabajadores al servicio de los 8.000 espectadores diarios que, de media, se prevén en otra edición del CSIO.