A pesar de que aparentemente no había nada que rescatar, por la costa gijonesa aparecieron el AW 139 y el CN 125, dos helicópteros del equipo de Salvamento Marítimo que junto con los otros de los bomberos de Asturias -EC 135 y AS 350- demostraron a los aficionados cómo se opera en una misión de rescate ya sea apagando fuegos o rescatando personas a la deriva. Ambas agrupaciones se mostraron satisfechas con su participación. "Un placer estar con vosotros, trabajamos para la gente de la mar", proclamaban los tripulantes desde las alturas.

También estuvo presente la aviación belga con el F-16, destacando por la habilidad del piloto para mantener la aeronave estática. Estatismo fue, precisamente, algo que condicionó negativamente a alguno de los asistentes, como Pilar Fernández, de Pola de Siero, que se estrenaba como espectadora y tuvo sentimientos encontrados: "cuando sale un avión solo el espectáculo pierde agilidad", decía.

El que quiso, de nuevo, ganarse al público fue el acróbata español campeón del país, Jorge Macías. Es su marca de la casa comunicarse en todo momento con los aficionados y tras una impecable actuación previa, a través de la conexión directa con los organizadores del evento y el speaker dió la oportunidad a un niño para que le pidiera cualquiera de las maniobras que él desease volver a ver. El joven, que se llamaba Raúl, solicitó un "looping", petición que el campeón de España cumplió a rajatabla. Macías demostró tener unos nervios de acero y a mientras cogía posición para realizar las muestras que se le solicitaron fue explicando los orígenes de las mismas.

A grito de "¡esta va por ti, Raúl!", el piloto ejecutó de manera impecable la acrobacia solicitada, seguida de una fuerte ovación por parte del público. La curiosidad del pequeño no quedó ahí y pidió a Macías que le dedicase un "tonel a cuatro tiempos". En este momento la interacción del público con el piloto fue total, al sugerir este que llevasen con él la cuenta de los movimientos de la pirueta. "¡Vamos, todos juntos!", animó el campeón de España.

La exibición de Macías fue muy comentada por los aficionados no solo por la destreza del acróbata, sino por el ejemplar que esta vez pilotaba. "Se trata de una avión alemán concebido para la acrobacia pero preparado para combatir si fuese necesario", explicó el comentarista Antonio Hinojosa, quien también vanaglorió al Festival tras la actuación de Macías: "Esto es lo que a todo el mundo gusta, una verdadera exhibición del mundo de la acrobacia". Con la vista en el cielo se fue pasando la mañana. Al final algunos se debatían entre si había sido "mejor o peor" que otros años; "más de lo mismo", o "una chulada". Por aclamación, el Festival se luce siempre.