El príncipe Carlos, que anteayer desembarcó en Tazones entre los vítores de la gente del pueblo maliayés, cumplió su promesa de visitar la capital del concejo. Y lo hizo con una agenda muy apretada y aprovechada este año por más personas que nunca. "La recreación va genial y cada vez se integra más dentro de la sociedad de la Villa", aseguró José Luis Campa, director de Teatro Contraste, encargado de las escenificaciones. Este año, coincidiendo con el quinto centenario de la llegada del célebre Rey a Asturias, la compañía presentó como novedad la recreación del ofrecimiento que Carlos de Gante habría hecho ante la Virgen del Conceyu, "en agradecimiento por sobrevivir a las dificultades de un viaje infortunio", explicó Campa. Asimismo, los visitantes conocieron con visitas teatralizadas el interior de la Casa de los Hevia, donde Carlos I de España pasó la noche en La Villa.

Por la tarde, siguieron espectáculos de cetrería, lucha de caballeros, armas y formaciones del siglo XVI, animadas por la música y danza renacentista de "Gratie D'Amore", "Xistras" y "Acibreira". Así, la celebración estuvo asegurada hasta la noche, cuando el desfile final tuvo que ser suspendido a causa de la gran tormenta que cayó sobre La Villa.

Esta última representación debía dar cuenta de que la admiración de los maliayeses por el Rey Carlos I se remonta muchos años atrás. Nada menos que al siglo XVI, cuando la corporación maliayesa se convirtió en la primera en rendir pleitesía al monarca, a pesar de que entonces corría el año 1517 y el joven Carlos no había sido nombrado todavía Rey.