Perchas en la pared: la alternativa ideal al armario que no necesita puertas

Esta solución te ahorrará cientos de euros

Perchas en la pared: la alternativa ideal al armario que no necesita puertas

Perchas en la pared: la alternativa ideal al armario que no necesita puertas / Freepik

El armario de la habitación puede ser el mejor amigo de la estancia o un estorbo que se come la mitad del espacio de la habitación. Dependiendo del tamaño de cada habitación, tus espacios de almacenamiento harán más mal que bien, así que si eres de esas personas que no cuentan con espacio suficiente para añadir muebles sin limitar notablemente el movimiento, lo mejor será que busques alernativas como esta.

En los últimos años han surgido varias alternativas a los problemas de almacenamiento para mantener la ropa en su lugar sin causar un auténtico caos. Uno de los más comunes son los burros, cuyo montaje consta únicamente de un par de patar y una barra para colgar la ropa a la vista y convertirlo en un espacio de decoración adicional en el que lucir las prendas. Sin embargo, Ikea ha ido un poco más allá y cuenta con un nuevo artículo que lo simplifica aún más: una barra para colocar en la pared de la habitación a la altura que quieras.

Armario sin puertas

Podrás encontrar este artículo en el catálogo online de Ikea por el nombre de Mulig y un precio de 7,49 euros. La barra tiene unas medidas de entre 60 y 90 centímetros -puedes adaptar su longitud en función de tus necesidades y, tal y como señala la descripción, "se puede colocar en cualquier parte de la casa, incluso en zonas húmedas como el baño o en un balcón cubierto".

Para instalarlo deberás anclarlo a la pared con clavos, con lo cual una vez hayas elegido su longitud no podrás cambiarla a no ser que lo desmontes. Con este artículo podrás crear un armario a la vista y sin puertas que dificulten su apertura.

Eso sí, debes tener en cuenta que si optas por prescindir del armario seguramente necesites más de un mueble para guardar todas las cosas, o bien optar por quedarte con lo mínimo y darle una segunda vida a aquello que no te pones. Además, por norma general estas alternativas cuentan con una notable desventaja: no protegen las prendas del polvo. Cuando tus textiles quedan demasiado expuestos, las partículas de suciedad y de polvo pueden acumularse y terminar dañando la ropa sin que te des cuenta.