Adiós al papel para envolver regalos: la técnica japonesa con trapos para que puedas usarlos las veces que quiersa

Se acerca un momento del año amado por unos y odiado por otros. Es un evento que solo se repite en contadas ocasiones durante los doce meses que tenemos por delante y que además requiere de nuestro tiempo y dedicación. Conviene que hagamos un hueco en nuestra agenda con antelación para que no se nos eche el tiempo encima y podamos tener la situación bajo control. Hablamos, nada más y nada menos, que de envolver los regalos de Navidad.

Adiós al "efecto túnel": el curioso fenómeno que le ocurre a las velas y que acorta su vida

Llega un momento en nuestra vida donde pasamos de ser los regalados a ser quienes regalan; una responsabilidad que, además de requerir de una inversión económica importante, nos mete la presión en el cuerpo en cuanto a si le gustará o no nuestra elección. A la hora de envolverlos, los hay que cuidan hasta el mínimo detalle y los que apuran los restos de papel para pegarlo con celo como se pueda.

Sin embargo, hay algo que molesta a cualquiera: quedarnos sin papel en el momento menos oportuno. Es de noche y aprovechas los ratos en los peques de la casa se han quedado dormidos para preparar los regalos. ¿Qué hacemos en esta situación? Tranquilo, porque aquí tienes una alternativa sencilla, bonita y que podrás reutilizar las veces que quieras.

Para llevarlo a cabo, tan solo tienes que hacerte con un trapo del color que quieras que tenga tamaño suficiente para envolver por completo tu paquete. Lo más recomendable es que primeros lo limpies para evitar llevarnos sorpresas desagradables cuando el recepetor lo abra. A continuación, coloca el paquete dentro del paño y en sentido contrario, de tal forma que las esquinas queden opuestas.

Junta la primera esquina -la que quieras- con la de enfrente y después haz un nudo con las otras dos esquinas. A continuación, estira bien las esquinas para que quede lo más estético posible y añádele algún detalle típico navideño como una rama. Lo más conveniente es que utilices un paño fino para que sea mucho más sencillo manejarlo.

Esta técnica recibe el nombre de Furoshiki y es de origen japonés. Su funcionalidad principal es la de aprovechar prendas viejas, cortinas o cualquier textil que tengamos por casa. Esta tendencia tan extendida últimamente por redes sociales tan solo requiere de un paño preferiblemente con forma cuadrada -sino puedes modificarlo echando mano de las tijeras-.

Si no tienes un pañuelo de esta clase a mano, puedes utilizar toallas. Se trata de una solución todavía más sencilla; solo tendrás que envolver el regalo en tu textil y rematarlo con alguna cuerda que lo fije para dejarlo impecable y darle un aspecto distinto.