Adiós a la suciedad del exterior de la ventana: la cuchara que hay que poner en la fregona

Adiós a la suciedad del exterior de la ventana: la cuchara que hay que poner en la fregona

Adiós a la suciedad del exterior de la ventana: la cuchara que hay que poner en la fregona

Veamos cómo garantizar la limpieza de contraventanas y persianas en un santiamén con esta herramienta tan común. Limpiar contraventanas y persianas es una operación que debemos realizar periódicamente para garantizar una higiene adecuada en nuestras estancias. Y para que ninguna mancha rebelde se adhiera a la superficie de los marcos de nuestras ventanas.

Así puedes organizar bien el trabajo para conseguir una limpieza de persianas y estores perfecta.

Limpieza con bicarbonato y vinagre blanco

Así que vamos a explicarle cómo conseguir que sus contraventanas y persianas queden limpias en un abrir y cerrar de ojos con esta herramienta tan común. Para limpiar podemos utilizar productos químicos, pero también los más sencillos y naturales que tenemos en casa. Como, por ejemplo, bicarbonato sódico y vinagre blanco.

Estos dos limpiadores básicos sirven para eliminar muchos tipos de suciedad. Pero siempre es mejor utilizar también un detergente específico.

Quitamos el polvo de la superficie con la escoba y luego ponemos 200 ml de vinagre blanco en un cubo lleno de agua. Removemos con un cucharón. Y ahora sumergimos un utensilio de limpieza muy habitual. Se trata de la fregona.

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María González Falcó

Luego la escurrimos bien y fregamos las contraventanas y persianas. También utilizamos una esponja abrasiva húmeda para quitar las manchas. También añadimos un poco de jabón líquido para platos.

Para las manchas de grasa podemos mezclar agua y bicarbonato sódico, creando una pasta que debería poder actuar durante treinta minutos sobre las contraventanas y persianas. Especialmente estas últimas deben lavarse después con agua y detergente líquido.

Cómo garantizar la limpieza de contraventanas y persianas en un santiamén con esta herramienta común

Para limpiar las contraventanas, las cerramos bien y luego quitamos todo el polvo de la superficie con una escoba. También procuramos que las cerdas se introduzcan entre las rendijas.

Limpiamos con la fregona y repetimos con un barreño lleno de agua tibia y jabón. Ahora intentamos deshacernos de las incrustaciones más antiguas con la ayuda de un estropajo jabonoso. Para limpiar contraventanas muy sucias, utilizamos una solución de agua y amoniaco.

Si son de madera, utilizamos aceite de oliva a lo largo de las ranuras. Luego limpiamos la correa con un paño bien escurrido.

Si tenemos persianas venecianas, las limpiamos cada quince días con un guante de algodón húmedo. Luego las secamos con un guante de tejido antiestático.