La vecina de Frades (A Coruña) cumplió ayer los 106 años de vida, en su casa de Pedreira, rodeada de su familia y en un buen estado de salud, ya que consigue «sin tomar un solo medicamento», como afirmó su hijo Modesto. Aunque pasa la mayor parte del tiempo en cama, a Emilia sólo le falla el oído, desde los 104 años, y ni siquiera necesita que le preparen una comida especial para ella, ya que come lo que haya.