Un poco invernal se presentó ayer la cuarta jornada de Madrid Cibeles Fashion Week, con colecciones destinadas a la primavera-verano en la que tejidos nada frescos, como las pieles, las plumas y los «tipo neopreno» tendrán un papel primordial. Andrés Sardá estrenó ayer la pasarela con una línea en la que el diseñador catalán y su hija Nuria no dudaron en recurrir a las pieles y los chubasqueros combinados con botas altas de agua.

A Sardá le siguió en la pasarela Jesús del Pozo, de cuya colección se aplaudieron sobre todo sus creaciones de inspiración grecorromana, repletas de drapeados, así como sus sugerentes vestidos de noche. El madrileño dejó el blanco roto para la mañana y no olvidó en esta colección las texturas rústicas de la casa, en lino y seda, que dan forma a vestidos en la gama de los tierra, de corte muy urbano y «sport». Para la noche dejó tonos más fuertes como el morado, con atractivas capas, mientras que en las horas centrales del día introduce las superposiciones de distintos tejidos dentro de una misma prenda.

Miguel Palacio, al igual que Sardá, también dejó en segundo lugar la comodidad de las prendas frescas para el verano, poniendo el acento en tejidos rígidos y acartonados. Los piqués de algodón de gran relieve y los «pailletes» aportaron luminosidad a los vestidos y faldas de la colección, salpicada de diminutos bordados, en la que se crean volúmenes inesperados.

Francis Montesinos, por su parte, evocó la magia del Mediterráneo y de Andalucía, siendo una nota predominante en los vestidos, de forma suelta, en los que reinaban los colores blanco y rojo. Para el hombre, Montesinos apuesta por la comodidad: pantalones cortos y alargados de lino blanco, negro o azul marino y camisetas de aspecto sedoso. También destacan los conjuntos de dos piezas. El modisto presentó su obra por la tarde, al igual que Duyos, quien para el día lanzó una propuesta de vestidos sueltos, que no llegan a la rodilla, sin mangas y fusionando los colores amarillo, blanco y marfil. Otra de las prendas estrella de la colección fueron los pantalones de campana, muy anchos, que se llevan con blusas alargadas y desenvueltas.

Junto con Ana Locking y Ailanto, también presentó en la pasarela madrileña su último trabajo la diseñadora asturiana María Lafuente, la última de la jornada, a las 22.30 horas, sobre una pasarela presidida por la obra de Pedro Sandoval «The shaman universe», que está considerada la pintura más grande realizada en Europa y que fue suspendida en el aire con cables acerados.