El blanco es el nuevo negro. Lo dice Ane Wintour, editora del «Vogue» americano, y lo constataron ayer los desfiles de Cibeles. Ángel Schelessser eligió el color de la nieve para sus impecables vestidos de fiesta, ceñidos al cuerpo y largos hasta los pies, cubiertos por espectaculares sandalias negras y doradas diseñadas en colaboración con Regne Français y Patricia Rosales. El coral puso la nota de color en su colección. Roberto Verino vistió a sus modelos de ladies de los setenta, mezclando negros y blancos, en blusas de gasa combinadas con shorts de tweed.

El románticismo llegó de la mano de Alma Aguilar, con jaretas, pliegues y volúmenes redondeados. Ayer también presentaron colecciones Devota&Lomba, que se decantó por los estampados.