María José IGLESIAS

¿Quien dijo que en la Cibeles Madrid Fashion Week, la semana de la moda madrileña, falta originalidad? Al menos en el caso de la representación asturiana los tiros van por otro lado. El lunes por la noche rompió el hielo la moscona María Lafuente, con sus vestidos-escultura que pasaron con el óleo sobre lienzo más grande de Europa, del pintor Pedro Sandoval, como telón de fondo.

Ayer le tocó al hispano-argentino Roberto Torretta, casado con la ovetense Carmen Echevarría, el otro «pilar» de la firma, fiel a su estilo elegante, con toques brillantes y más osados que nunca. Si la colección de Torretta está inspirada en «una exploradora de hoy en día», la de María Lafuente se deja llevar por el expresionismo pictórico. Lafuente aseguró ayer a LA NUEVA ESPAÑA que está encantada con la acogida de sus propuestas, presentadas en el Círculo de Bellas Artes.

A la creadora, que obtiene un gran éxito en Estados Unidos, no se le ha puesto por delante la crisis para crear una colección «grandiosa». Así la define ella, que predicó con el ejemplo. María es una de las pocas diseñadoras que sale a saludar tras el desfile vestida como si fuera una modelo. No le faltó detalle. Eligió para despedir la exhibición un vestido drapeado en los laterales, con mangas abullonadas, que luchan por ponerse de nuevo de actualidad.

Lafuente consiguió incluso encargos de caras conocidas presentes en el desfile, una de ellas, la presentadora Luján Argüelles, asturiana de Salas, que se quedó prendada de los vestidos.

El cuadro de Sandoval representa al chamán universal. Por eso las estampaciones de las medias de las modelos llevaban pequeños chamanes, acompañados por zapatos y sandalias de altísimos tacones, realizados por la casa toledana Santino. La música la compusieron David Dalmau, Helena Hidalgo y Edson Zamprohna, colaboradores habituales de la creadora. En el frontal del desfile de Torreta se sentaron la periodista ovetense Ana García Siñeriz, Mar Flores, Ana Botella, Marta Robles y Natalia Figueroa. El modisto es experto en entender lo que quieren las mujeres que necesitan arreglarse a diario, sin caer ni en estridencias ni en monotonías. El impermeable en tono champán causó sensación, como el conjunto de shorts y camisa en rojo bermellón, uno de los colores que más se verán el próximo verano. Los vestidos para la próxima temporada de verano son cortísimos y dejan los hombros al descubierto.